Ajustes en la vida

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El albino estaba exhausto, su cuerpo presentaba una pesadez y debilidad impresionante, estaba sudoroso, la respiración estaba agitada, al igual que sus latidos, la temperatura estaba alta a comparación de su temperatura normal. Sus piernas no le respondían y sólo se encontraba con sus bóxers, mientras estaba acostado en su cama.

-no fue fácil- se dijo jadeante y con la respiración entre cortada.

-soy libre, puedo rehacer mi vida- dijo feliz y con entusiasmo, pero con cierto temor a que esto fuera un sueño o que una parte de el, pelee por no renunciar a los Wu.

-no más monjes tontos- grito con energía, mientras dejaba un poco de miedo atrás.

-adiós a las burlas de esa bruja horrible- dijo mientras reía con fuerza y alegría, sin rastro de aquel sentimiento triste.

-nadie le dirá a Jack Spicer que hacer- canturreo mientras se acomodaba en su cama.

Había pasado todo un mes, desde que el decidió alejarse de los Wu y del mal.
Jack reunió sus Wu y emprendió un viaje para esparcirlos y esconderlos, no tenía muchos pero la posibilidad de que un día lo buscarían para recuperarlos, era definitiva y el no deseaba ver de nuevo a alguien que se relacionara con los objetos mágicos.

Su viaje había resultado más difícil de lo que pensó, se encontró con peligros que no había enfrentado, climas que lo hacían cambiar de humor muy fácil y conoció lugares que lo maravillaron.

El pelirrojo pudo haberse evitado esa tarea tan tediosa mandando a sus jackbots, pero se negó a esa idea, si se desharía  de todo lazo con esa vida, lo haría el mismo y ya no dependería de fuerzas ajenas.

El albino miro su cuerpo entero, descubriendo pequeños y redondos moretones, moretones de diferentes tamaños y texturas, el dolor en cada moretón también variaba, en algunos el dolor era más agudo mientras que en otros era casi nulo. Sus ojos rojos brillaron con orgullo al ver aquellas pequeñas marcas y sonrió; una sonrisa llena de satisfacción y ya sin el miedo a perder su nueva libertad.

Sus ojos comenzaron a cerrarse y con ese sentimiento durmió de manera placentera.

                           ♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧♧

Algo extraño estaba pasando, esto no era normal en lo absoluto. El pergamino estaba marcando un Wu que ya se había revelado, un Wu que tenía Jack.

-chicos, un Wu pero este, es de Spicer- dijo Dojo extrañado.

Los jóvenes monjes se reunieron de inmediato y miraron intrigados el pergamino, las dudas y la desconfianza los comenzaba a invadir.

-ese Spicer, debe tener un plan muy elaborado- dijo con fastidio el brasileño.

-hace mucho que no lo vemos- pensó en voz alta la japonesa.

-Spicer es hierba mala- dijo bromista el vaquero mientras caminaban hacia el jardín del templo.

-pero, nuestro oponente Spicer nunca se había perdido tantos Wus- menciono Omi mientras alcanzaba a sus compañeros y se preocupaba por el bien del genio malvado.

Todos se detuvieron en seco, eso era verdad hacia mucho que no le veían la cara a Jack y no sabían nada de el.

-bueno chicos, tenemos que ir por el bastón del mono- dijo el verdoso al momento de hacerse grande y mirando hacia la dirección del Wu.

El viaje fue rápido, pero lleno de preguntas en los monjes, pensaban que en cualquier momento el pelirrojo que ellos conocen, y de una manera extrañamente peculiar lo aprecian, entraría a escena para pelear un Wu.

Unidos por un wuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora