Unidos por un wu

Sinceridad

El aire parecía sofocante de una manera extraña, sin duda parecía rechazar cualquier intruso a los territorios del inmortal. En la salida de aquella ciudadela estaba el joven genio, mirando en una dirección, no miraba la salida o el espeluznante paisaje que le mostraban los alrededores de la ciudadela, miraba al guerrero. Los ojos felinos de Sammir estaban enfocados en la salida, la miraba con nostalgia mientras respiraba con cuidado el aire sofocante. El menor sabia que significaba, lo podía predecir solo por la mirada y que en ningún momento insistió en hacer que regresara a su cachorro. El tiempo pasaba diferente para los guerreros, vivían más tiempo solo para servir a Chase Young.

El albino se sentía abatido, preocupado y muy confundido en lo que sucedía, antes no pensaba en lo que había detrás de un guerrero, la vida que tenían y lo que les atormentaba al estar en servicio del emperador del mal. Debía plantearse bien las cosas, si hacia su mejor esfuerzo no solo terminaría con los planes del dragón olivo, terminaría con el sistema de guerreros y castigo que tenían en la ciudadela. El optimismo parecía crecer en esos momentos, pensar en positivo parecía darle nuevas energías y motivaciones para el menor.

En ese momento en el cielo se podía ver un punto negro con rojo que se alejaba más y más. Sintió cierto dolor de separarse de su cría, pero al mismo tiempo el sentimiento de optimismo lo invadía mientras menos podía ver al albino. El guerrero regreso de inmediato a los pasillos de la ciudadela, ningún felino conocía esa salida más que él. Ahora era tiempo de mantener el control del plan. Todos los guerreros y cachorros se mantendrán alejados del laboratorio de Jack mientras sus bots arman aquel artefacto que serviría para complacer a su amo.

El ambiente comenzaba a ser mas cómodo, un clima más placentero y un aire que no intentaba estrujar tus pulmones al respirarlo. Incluso el pequeño felino intentaba ver desde la mochila de Jack. Se sentía ligero de cierta manera, pero sin duda solo era pasajero ese sentimiento, su cerebro le impedía sentirse cómodo con esa libertad falsa y más al haber conocido la verdadera el año anterior.

El camino era demasiado largo para ir con los monjes, con Harry y para ir a su casa, solo le quedaba aumentar la velocidad para llegar en buen tiempo y aprovechar cada segundo de esos días. Pasaron dos horas y al fin había llegado a su casa. Se sentía cansado en muchos sentidos, parecía que todo lo que había pasado en los últimos días y horas le estaba cobrando la factura y con ciertos intereses, que el joven genio resentía de inmediato.

Abrió su puerta y lo primero que hizo fue bajar al felino a que conociera el lugar, antes de su llegada, mando unas órdenes a sus bots para que prepararan la casa a la llegada de ambos.

-Bienvenido amo Jack- la voz metálica a la que ya estaba acostumbrado lo estaba recibiendo con los brazos de acero abiertos y esperando las cosas de su creador.

- hola JB.02

El menor comenzó a colocar su mochila en las manos metálicas de su creación mientras lo único en lo que pensaba era en bañarse.

-el amo sufrió una herida pulso cortante, sus niveles de estrés están elevados a los de hace unos días, también cuenta con ciertas laceraciones leves y llega con un felino de origen desconocido

En ese momento el pelirrojo se maldijo al colocar ese dispositivo de medicina, sin duda los había programado muy bien, ya que en ese momento estaba siendo llevado al baño, no solo a él si no al pequeño tigre. Ambos fueron bañados con cuidado mientras otro bot se encargaba de la herida en el brazo de su maestro. Al salir del baño, lo curaron de nuevo, al parecer si dejaban la herida como estaba solo dejaría una cicatriz y tardaría más en curarse.

-JB.02 y JB.00 estoy bien, ya pueden dejar de hacer eso y no traten a Abdul como un microbio- a diferencia de los modelos anteriores ellos entendían muy bien si se les hablaba de manera normal y sin necesidad de hablarles con códigos.