Unidos por un wu

Merezco más y lo voy a tomar

La preocupación era algo constante desde que el albino había hablado con él. El plan había sido un éxito, pero la falta de una foto, de una video llamada, de una simple llamada era una señal clara que algo había pasado en ese lugar. Harry tenía un consuelo algo tonto, pero muy fuerte y era que el pelirrojo se mantenía en contacto por medio de mensajes, le contestaba sin falta, excepto desde hace tres días. Y eso era preocupante en ese momento, pero su aliada le aviso de inmediato.

El peliplateado no esperaba lo que había sucedido después de que Jack hablará con la hija de su nuevo socio, que ella fuera la famosa Kimiko de la que le había contado y menos que se hiciera una aliada para mejorar su comunicación con el albino.

Desde la fiesta y la avalancha de preguntas que había hecho la japonesa, el Harry se limitó a contestar con sinceridad, incluso cuando la pelinegra preguntó las intenciones que tenía él con el joven genio.

- quiero ayudarlo a crecer, que cumpla su sueño de ser un inventor y si el lo desea, quiero ser su compañero de vida - respondió de inmediato y con una sinceridad temible.

Las palabras eran una declaración, una maldita propuesta de matrimonio de parte del peliplateado al pelirrojo. No había otra forma de verlo, pero la pelinegra no era quien para hacerle ver al empresario lo que sucedía, lo que significaba en verdad Jack Spicer para su vida. Aquello hizo que la japonesa deseará la felicidad para Jack, con el moreno como su pareja o un amigo sincero, lo único importante era que Harry sería parte importante de la vida del pelirrojo. La mirada sincera del moreno era demasiada, sumando lo apuesto que era, un traje de gala, la luz de las lámparas y su sonrisa al hablar del albino, sin duda fueron señales claras de lo que podía suceder ahí.

Ahora aquellas palabras eran como una canción suave que ayudaría al joven genio a salir adelante, un aliado que estaría a su lado, alguien que veía por su bien. Sin duda era un camino difícil para el moreno, ayudar a Jack representaba contener sus sentimientos con todas sus fuerzas, los detalles no le fueron dados y lo único que sabía era por un mensaje.

" Jack está muy vulnerable ahora " fue todo lo que decía. Un aviso del porque no hablaba y el mayor lo tomó.

El peliplateado no sabía si era suficiente información o no, pero de algo estaba seguro y era que no se aprovecharía de esa vulnerabilidad. El moreno sentía que vivía un dejavu, el joven genio de nuevo rotó y tiste, era parecido a lo que había sucedido hace años, pero la diferencia era abismal. Los ex felinos intentando formar una vida, Jack peleando por tener una propia, en búsqueda de sus sueños, aquellos que le robaron.

Los días pasaron, eran pesados y demasiado preocupantes, más de lo que podía admitir un hombre de 30 años. La empresa se manejaba de maravilla, no había duda de que Jack era un verdadero genio, dejó su trabajo terminado para el tiempo que no estaría presente y la última visita terminó unos pendientes. Los pasos del moreno resonaban en la oficina, sus nervios eran demasiado, así que los descargaba en una sola dirección y era el trabajo, desde muy temprano hasta tarde.

El trabajo era lo único que lo lograba calmar un poco y alejar sus pensamientos complicados. La oficina era silenciosa, tan callada que cualquiera evitaría estar ahí a esas horas, pero el moreno prefería esa paz para trabajar. El lugar debía estar vacío, pero justo en una silla enfrente de su escritorio vio la cabellera roja.

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Los nervios eran demasiados para el pelirrojo, fueron casi 3 semanas desde que la misión había terminado, que los ex felinos estaban encaminados al bien y, sobre todo, que él había enfrentado parte de sus demonios. Ahora debía enfrentar a una de las personas más importantes en su vida, la que confiaba en él y lo ayudaba siempre sin importar que.