Jaque mate

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El dolor en la mano del menor aumentaba al pasar cada segundo, su cuello punzaba mientras sus ojos rojos miraban como llevaban al inmortal lo más lejos que se podía de él. Aquel momento fue el último en el que se miraron ambos, sin duda era el fin de cualquier cosa que pudo haber crecido entre ellos. Los sentimientos en el interior del pelirrojo aumentaban cada vez más, sentía con gran fuerza que algo en su pecho y en su ser se rompía por completo, dejando un sentimiento diferente en él. Las lágrimas querían salir por completo de los ojos del menor, los deseos de gritar y romper todo aumentaban, quería destrozar todo a su paso en ese momento, quemarlo hasta que nada quedará para recordar aquel momento. La voz robótica fue lo que lo hizo salir de sus pensamientos.

-amo Jack, por favor no se mueva-de cierta forma en su mente sonaba preocupado el bot, era una mierda lo que sucedía en ese momento y pensar aquello no ayudaba.

El pelirrojo se mantenía quieto mirando un punto a la nada, desconectado de lo que sucedía en ese momento, sólo la sensación de movimiento a su alrededor, una luz apuntando a su ojo y el frío del metal. El dolor en su cuello aumentó en ese momento, sentía un ardor horrible, fue cuando reaccionó que estaba siendo curado, su cuerpo fue cubierto por una tela suave mientras sentía la sensación familiar del desinfectante.

Las tareas en su mente desconcertada se comenzaban a organizar de nuevo ahora todo conectaba en su mente, no podía darse el lujo de quedarse estático, tenía que moverse en ese momento, la maldita oportunidad y distracción estaban en sus manos. Sin cuidado alguno el pelirrojo se levantó del suelo, apenas logró ponerse en pie y comenzó a caminar con prisa, los bots lo seguían llevando en sus manos robóticas, algodones, gasas, tela adhesiva y desinfectante.

-amo Jack debemos desinfectar la herida y curarla- repetían de manera continua mientras terminaban en el supuesto cuarto de Jack.

-inicien con el conteo de autodestrucción, antes de que salga el sol debe estar todo destruido y limpio, coloquen los somníferos a los felinos que no están en la lista, nos vamos esta noche- dijo con gran determinación y sin rastro de miedo.

Los bots acataron la orden de inmediato, comenzaron a trabajar y cada área estaba siendo procesada, los papeles terminaban quemados, las máquinas con el conteo ya puesto, las piezas del Wu organizadas para su construcción y la llave que se usó ayer estaban preparada para funcionar como muestra de que funcionaba el Wu.

Los felinos cayeron uno a uno, mientras los bots se encargaban de los cachorros, colocándolos en una canasta para poder llevarlos lejos. Los padres tendrían que esperar un poco, si los veían una vez mientras armaba el wu el androide sería suficiente para hacerlos salir y subir para el escape.

Los ojos de Jack miraban el cuarto, por un momento el enojo regresaba a su ser, los sentimientos y lo que deseaba hacer. El joven genio tomó una muda de ropa y dejó el cuarto como estaba, no había nada que le importara que estuviera ahí, ni una foto, ropa favorita, libreta o algo que sea significativo, lo único que en verdad le importaba estaba en su cuello y lo demás estaban por escapar por su libertad.

Su concentración era demasiada, tanta que no pudo ver que era observado por un par de ojos. La mirada del felino lo seguía con gran atención, parecía que el horror se marcaba en sus ojos mientras se acercaba. Un presentimiento fue lo que lo había llevado a ir a ver al menor con cierta preocupación, Sammir podía oler por completo el aroma del emperador del mal, miraba con dolor lo que a sus sentidos y el instinto le decían que había pasado. Aquello fue el último límite que se podía llegar para el guerrero, en un momento sintió por completo la furia y deseos de romperle los huesos al inmortal, dejarlo sin movimiento y con un gran dolor, sólo para ajustar un poco las cuentas.

-no hay tiempo para lo que sea que estás pensando, todo ya está preparado los bots se van a encargar de ir rescatando los- la voz era en verdad sería, apresurada y un poco molesta, demasiadas emociones en sus ojos para que cualquiera pudiera enfrentar aquellos ojos rojos.

Unidos por un wuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora