Unidos por un wu

No me debía enamorar

-Demonios- me dije de nuevo con enojo mientras presionaba el botón para que los cristales fueran opacos.

Mire como poco a poco se volvía borrosa la imagen de aquel chico pelirrojo. Su sonrisa, su risa, sus ojos con ese brillo que había creído perdido.

-maldición- susurre para mi al pensar de nuevo en él.

Pensé que sólo sentía admiración,  sólo eso. Es decir cuando lo conocí el era un mocoso, un mocoso con la madurez y la creatividad que  ningún adulto que conocía tenia. Lo recordaba a la perfección, apenas estaba terminado mi carrera, tenía una pequeña fortuna, por invertir en algunas empresas, el dinero que me dejo mi madre antes de fallecer. Planeaba invertirlo de nuevo en la misma empresa que crecía muy bien.

                                           ◇◇◇◇◇flash back◇◇◇◇

-creo que en poco tiempo seré tan rico como mi padre- dije burlón mientras miraba una vez más la empresa que aumentaría mis ganancias.

-no deberías perder tu tiempo en las acciones  de esa empresa- dijo una voz en las escaleras, haciendo que saliera de mis pensamientos.

-¿perdón?- conteste incrédulo ante lo que escuche. No había tanta gente que sepa el movimiento de la bolsa como yo, no hay mucha gente que se atreva a mostrarme mis errores o que lo diga de manera tan descarada. Y de la nada una voz me dice no.

-no te preocupes, hay muchos que están cayendo en la pantalla de ahí- contesto la voz de manera natural, como si corregir esa idea fuera lo más natural. Camine hacia la voz,  no estaba lejos, a unas escaleras cercanas y escondida entre la pared.

-¿por qué lo dices?- pregunte con obvia curiosidad y más porque la voz parecía ser infantil.

-el incremento que ha tenido no ha sido constante en los últimos 4 años, es extraño que aumente de una manera tan rápida y eficaz, mientras que en el registro de hace 6 años marcaba que disminuía-  la pequeña voz contesto, y contesto de una manera certera, sin error y con seguridad.

Llegue a las escaleras, sólo de vía asomarme y descubriría al niño que me estaba haciendo pensar demasiado. De un momento a otro, me hizo dudar de la inversión que yo pensaba que era un setenta y cinco por ciento segura. Así que sólo me recargue en la pared a esperar.

-pero la empresa comenzó a vender acciones hace 5 años, de ahí comenzó su crecimiento y desarrollo- respondí solo para ver que contestaba aquella voz.

Unas risas comenzaron a sonar, no cualquier risa sino una burlona y algo soberbia. Llegue a mi límite y me asome hacia la voz; mi sorpresa fue mayor de la que pensé,  justo sentado en un escalón había un niño. No cualquier niño, sino el hijo de unos de los socios de mi padre. Su nombre no lo recuerdo, pero si lo había visto dos veces al menos. Después de todo no es fácil olvidar a alguien con la piel tan blanca, cabello de un rojo intenso y unos ojos como el rubí.

Ambos nos miramos, parecía que analizaba mostrar cada movimiento, pestañeo y gesto del rostro o del cuerpo.

-no eres tan listo como pareces- contesto sin delicadeza mientras sus ojos miraban de nuevo un celular y sus manos lo desarmaban.

Oficial mente me sentía ofendido por un niño de unos 8 años, un niño que estaba sacando un lado que no usaba hace mucho.

-eso no fue cortes- conteste neutro mientras tomaba asiento junto  él y miraba como cambiaba los cables del celular.

-tampoco lo es que te sientes junto a alguien sin preguntar- respondió sin cuidado alguno y sin importarle la diferencia de edad.

-estamos a mano, pero me gustaría saber porque dijiste eso de mi. Estaba teniendo un pequeño debate con un mocoso y parecía que él me estaba ganando.