Capítulo Siete

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Se despertó un poco desorientado y adolorido, lo cual no era para nada normal en una mañana para él.

Siempre despertaba muy relajado después de una siesta en su suave cama, sin embargo, ahora sentía que estaba acostado en algo para nada cómodo y algo pesado lo estaba aplastando.

¿Aplastándolo?

Cuando fue más consiente de la sensación de no poder respirar empezó a entrar en pánico, en realidad él era un poco claustrofóbico y el hecho de que sentía un elefante sobre él, no ayudada.

Aunque cuando dio una respiración más grande para que el aire llegara a sus pulmones, su cuerpo se tranquilizó, al parecer, la cosa pesada que estaba sobre él es Jungkook.

Se alivió un poco y comenzó a mover el cuerpo del Alfa para poder salir, estar con la panza del proyecto no era muy buena idea si querías abrazar a alguien.

—Kook —Sacudió un poco el cuerpo— Kook... Despierta.

El Alfa se removió, al parecer hizo caso a sus súplicas, porque se alejó de él y siguió durmiendo.

Negó un poco y se revolvió el cabello, según la hoja que les dieron ayer para su proyecto, el día de hoy empezarían los síntomas del embarazo con más intensidad.

Pensó que quizá su panza estaba defectuosa porque nada le sucedía a él, pero comprobó que no cuando unas ganas de vomitar lo invadieron.

Y definitivamente no era agradable vaciar sus intestinos tan temprano.

¿Por qué solo a los omegas les tocaba sufrir? esto era una mierda, mientras él estaba desechando la mitad de su estómago, el Alfa dormía plácidamente.

Lo tenía más que claro, le pondría una calificación reprobatoria por no estar ahí con él para ayudarlo.

—Tae ¿Todo está bien? Yo... escuche que estabas vomitando y viene a asegurarme de que todo esté en orden.

Mierda, claro que no estaba bien, le estaba sucediendo lo que todo el mundo intentaba evitar, que su amor platónico lo vea en una situación desfavorable. Tenía ganas de abrir esa puerta, poner su mejor rostro y sonreír para aquel Alfa y que viera que no había nada malo, Pero claro, su lobo tenía la intención de contarle la verdad, al parecer se estaba tomando esto muy enserio y quería compartir sus malestares con Jungkook, porque su lobo clamaba por su pareja.

Solo pudo sentir como su cuerpo se movía a una velocidad sorprendente y cuando sintió ya estaba entre los brazos de Jungkook restregándose en él para sentirse mejor.

—¿Qué pasa cariño? ¿Te sientes mal?

El Alfa utilizó un tono tan comprensivo y amoroso que de un momento a otro lo tenía gimoteando como un cachorro en busca de atención.

—Kookie, quiero mimos —Dijo embarrándose en el pecho del Alfa.

Podía sentir como todo su cuerpo flotaba por las tiernas caricias que Jungkook estaba dejando sobre su espalda, pero lo que no esperaba era que el Alfa rompiera el contacto y lo metiera al baño para sentarlo en la taza.

—Bebé, vamos a darte un baño primero, le vas a hacer caso a tu Alfa ¿Verdad?

Asintió eufórico y comenzó a quitarse la ropa, pero Jungkook lo detuvo.

—Espera cariño, yo quiero hacerlo, solo deja que termine de llenar la tina.

Hizo un puchero, pero lo terminó aceptando, no todos los días tienes al Alfa de tus sueños dispuesto a quitarte la ropa, aunque sería incómodo bañarse con la panza. Ugh así no sería nada sexy el asunto.

Dukalli KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora