Capítulo Veintitrés

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Se acurrucó aún más en el abrigo que le dio SeokJin, mientras escuchaba atentamente lo que decía el omega.

Se sentía mal por arrastrar a su amigo en esto, pero necesitaba el apoyo de alguien.

—¿Estás de acuerdo Tae? —Dijo Jin con una sonrisa.

Jin le había dicho que tenía que mantener a Jungkook lejos de su apartamento hasta que Jimin regresara a Busan, esto para evitar encuentros inesperados, también le dijo que tenía que actuar con normalidad ante ellos dos.

—Si, pero no entiendo que voy a hacer con el tema de mi olor, definitivamente yo no huelo a fresas con crema.

—Cierto... podrías decirle a Jungkook que no quieres dejar de tomar supresores.

—¿Y si en algún momento me quiere oler? Joder... va a ser un desastre —Llevó las manos a su rostro y se escondió ahí, no quería ni imaginar que iba a pasar si el Alfa se enteraba de su mentira.

¿Lo podría perdonar?

—No, no lo será, te voy a apoyar, si Jeon en algún momento quiere oler tu aroma ya veremos qué hacer.

Las palabras de SeokJin lograron tranquilizarlo, se sentía bien no estar solo en esta mierda.

—Solo una última cosa Tae... —el omega quitó su mirada comprensiva y la cambió por una más seria— ¿Estas completamente seguro de hacer esto? Porque podrías hablar con Jungkook.

—Lo sé, fue la primera idea que se cruzó por mi mente, pero también sé que si le digo va a existir la posibilidad de que se vaya y no quiero eso, quiero que no tenga dudas de estar conmigo, quiero ser por primera vez yo.

—Entonces esta dicho, se va a hacer lo que acordamos.

Jin le sonrió y no pudo evitar regresarle la sonrisa, a pesar de que se sentía como un perverso.

—Bien, me tengo que ir ahora antes de que despierte y haga un drama porque no estaba ahí —Se levantó de la banca dispuesto a irse, pero antes volteo a ver a su amigo— Gracias por todo.

Sin decir más comenzó a caminar hasta su apartamento, se sentía un poco más tranquilo ahora, pero la opresión en su pecho no se iba.

Quizá nunca se va a ir.

Pero debía de ser duro, tenía que serlo, no se iba a permitir sentimentalismos, ya lo hecho, hecho está.

(...)

Llego a su apartamento y fue directo a su cama, suponía que Jungkook debía de estar dormido, eran apenas las ocho de la mañana.

Así que planeaba llegar y abrazarse a ese fuerte cuerpo.

Necesitaba hacerlo.

Sin pensarlo mucho se lanzó a la cama y comenzó a gatear para llegar a su Alfa, no le importó que sintiera su cuerpo entumido por el frío, ni que sus pies estuvieran punzando de dolor por las cortadas que se hizo al caminar sin zapatos, tampoco le importaba su cansancio mental.

Necesitaba abrazarlo.

Lo necesitaba...

Tal vez quería dejar ir a Jungkook, pero cuando su rostro dormido llenó su visión y su calor lo inundó, no le hizo falta más.

No temía ahogarse en esa marea sentimental, lucharía con toda la tempestad que se avecinaba...

—Eres para mi ¿No es así? —susurró mientras se acomodaba entre los brazos del Alfa.

Con sus esos brazos en su cuerpo sentía que podía hacer todo.

Suspiró y cerró los ojos, sin embargo, su cuerpo fue apretado con más intensidad y escuchó la ronca voz del Alfa.

Dukalli KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora