Capítulo Treinta y nueve

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Estaba acostado en la acolchonada cama del hotel habían pasado dos días desde el altercado y por alguna razón la herida seguía doliendo igual.

Los recuerdos de aquel día lo estaban persiguiendo para lastimarlo, porque por primera vez se dio cuenta de las palabras de Jeon.

El Alfa quería amar a Jimin y lo odiaba a él por no permitírselo.

Y aunque eso era jodido, sabía que Jungkook tenía razón, en algún momento de su vida él se llegó a sentir así por no poder iniciar una relación al tener presente el fantasma del Alfa... Joder, él se sintió así cuando tuvo que dejar a su destinado para poder estar con Jeon. No podía imaginar todo lo que pasó el Alfa al tener a su pareja de vidas a su lado y no sentir nada por esta.

Era frustrante, realmente frustrante, estar atado a un amor tan abrumador.

Por eso no lo podía culpar por odiarlo, quizá si hubiera mantenido su distancia desde el principio nada de esto hubiera pasado, quizá ahora Jeon Jungkook estaría viviendo una vida feliz a lado de Jimin, ambos tendrías dos cachorros y medio, se mudarían a una hermosa casa y serían una de esas parejas perfectas que fueron hechas para estar juntas.

El amor que ambos sentían era realmente enfermizo.

Lo noto cuando la necesidad de estar juntos se hizo presente en ambos y se supone que las cosas no deberían de ser así.

Destruirse hasta el punto de que duela solo por amor no era sano, en realidad nada que tuviera que ver con un futuro juntos era sano.

Quizá por eso era su miedo ahora, no solo por ver a Jeon vuelto una fiera, sino también porque se dio cuenta de la realidad, eran los sentimientos de Jungkook lo que lo volvieron así.

Su lobo aulló triste, el miedo era tan intenso, había pasado mucho tiempo tratando de controlar sus sentimientos y ahora se sentía como una vasija rota que está dejando escapar todo su contenido, por eso no había salido de la habitación a pesar de las constantes súplicas de su familia porque lo hiciera, se sentía vulnerable.

En realidad, lo único que deseaba ahora era poder regresar a Suiza y encerrarse en su clóset, necesitaba volver a su estabilidad para poder pensar claramente.

Sin embargo, no iba a poder ser posible porque su manada quería quedarse unos días más para visitar varios lugares. Aunque la principal razón era porque querían que Chan conociera su ciudad Natal.

—¿Debería de regresar por mi cuenta? —Soltó al aire intentando retener las lágrimas que amenazaban en salir.

Si regresaba ahora podría escapar de toda esta marea de problemas que nuevamente había causado.

Podría regresar, pero estaría dejando a Jeon solo otra vez para que enfrente esta lucha por el mismo, no sería correcto hacerlo.

Esta vez a pesar de todo quería quedarse y darle al fin una solución a Jungkook, no quería que volviera a ser presa de sus sentimientos.

Pondría al fin un final a todo esto.

Con determinación salió de las cobijas dispuesto a arreglarse para salir a buscar al Alfa, no le importaba que su cuerpo estuviera temblando ni la desesperación que sentía por quedarse lejos y no terminar nada, esta vez actuaría con madurez.

Iba a tomar su billetera cuando su puerta fue tocada y se extrañó porque no ordenó nada. Con duda se acercó a abrir, aunque no esperaba que un cuerpo se lanzara sobre él y lo envolviera.

—Te extrañé —escuchó decir a alguien con la voz rota— Joder te extrañé tanto.

(...)

Jungkook miraba la ventana sin decir absolutamente nada, se sentía destrozado después de todo lo que pasó, porque después de que Taehyung se fue se imaginó de muchas formas su reencuentro, pero nunca así.

Dukalli KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora