Isabella Rosier siempre ha soñado con salir de Hogwarts y dedicarse a lo que más le gusta. Sin embargo, sus padres tienen otros tipos de planes para ella; unir su vida a la de Draco Malfoy.
𝐃𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐞𝐠𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐠𝐚𝐧...
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Pasaron más días y nadie había regresado a Londres, dijeron que se quedarían un poco más y Bella estaba alegre de tenerlos junto a ella; excepto por Astoria, a ella la quería matar.
Por el día; Bella y Pansy pasaban el tiempo juntas, platicando, saliendo a caminar y a comprar cosas. Volvían a la mansión, se ponían a cotillear y planear cosas a regresar a Londres.
Los chicos jugaban al Quidditch, aunque les era difícil ya que sólo eran tres.
Por la noche salían a beber y a bailar, y a perderse en el alcohol. A excepción de Draco, el cual solamente tomaba dos o tres vasos de alcohol y después se mantenía completamente sobrio, sin probar ningún tipo de droga.
Blaise había dicho que Draco le confesó; que no quería probar las drogas de nuevo, que no las necesitaba porque su vida había mejorado un poco, y no tenía por qué salir de la realidad.
Bella se imagino que decia eso por tener a Astoria cerca de él, aunque no se les veía mucho juntos. La mayoría de las veces Astoria se quedaba sola por horas. Aunque todo el tiempo estaba persiguiendo a los chicos.
— ¿Entonces lo hicieron en el baño de la discoteca? — Pansy se sorprendió.
Bella cerró los ojos y se golpeó la frente.— Dios, no lo quiero ni recordar.
— Pero si tú y Theo están locos el uno por el otro.
— No lo sé, Pansy. Joder, estoy tan confundida.
— Mira, no debes sentirte culpable, Draco lo hizo y tú también, no tiene nada de malo.
— ¿Tú crees?
Pansy arqueó una ceja y volteó la cabeza, Bella hizo lo mismo. Estaba viendo como Astoria y Draco platicaban plácidamente en el jardín.— ¿Ves?
— Sí, tienes toda la razón.
— Disfruta tu sexualidad, Bella. Haz lo qué quieras. Él no te respeta, no tienes por qué respetarlo tú a él. Están más que a mano.
— Tienes razón, Pans.
— Siempre la tengo.
•~•~•~•
Draco estaba en su habitación, leyendo su libro. Se preguntaba en dónde se encontraba Bella. Por una parte entendía que no pasaba el tiempo con él, porque tenía a su amiga Pansy. Pero por una parte quería ir y secuestrarla.
Odiaba sentirse de aquella manera, como una sanguijuela. Quería estar pegado todo el tiempo a Bella, enseñarle cosas que nunca nadie le había enseñado.
Hablar y conocerse.
Recuperar todo el tiempo perdido, por culpa suya y de su inmadurez.
¿Le gustaba? Sí, le gustaba. Ella era diferente a cualquier niña que había conocido, y eso le encantaba.