Isabella Rosier siempre ha soñado con salir de Hogwarts y dedicarse a lo que más le gusta. Sin embargo, sus padres tienen otros tipos de planes para ella; unir su vida a la de Draco Malfoy.
𝐃𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐞𝐠𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐠𝐚𝐧...
— ¿Quién pidió tu opinión? Estúpida.— Draco dejó salir una risa burlesca, lo cual hizo que la sangre de Bella hirviera.
Le empujó el brazo y le arrebató su taza nuevamente.— Cambiare de taza, no quiero probar tu baba.
Le echó un último vistazo a Draco. Él se veía tan relajado, con una simple playera blanca, — pegada a su cuerpo, a causa del sudor —, y unos pantalones cortos negros.
— ¿Te levantaste enojadita, no? — preguntó Draco siguiéndole el paso hacia la cocina.
— No, para nada.— replicó.
— Bueno, entonces me alegro.
— ¿Ah, si? — Bella levantó una ceja —. ¿Y eso por qué?
— Porque hoy saldremos en la noche.
— ¿Adónde iremos? — preguntó Bella llena de curiosidad.
— A una discoteca. He escuchado que no te perdías una fiesta, que eras el 'alma de la fiesta' — enfatizó —. Así que... te llevaré a una discoteca, te emborrachare y me divertiré al verte.