Isabella Rosier siempre ha soñado con salir de Hogwarts y dedicarse a lo que más le gusta. Sin embargo, sus padres tienen otros tipos de planes para ella; unir su vida a la de Draco Malfoy.
𝐃𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐞𝐠𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐠𝐚𝐧...
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1 step forward, 3 steps back — Olivia Rodrigo.
En la orilla de la cama, Draco escuchaba como Isabella trataba de mantener sus sollozos en silencio mientras que los temblores que atravesaban su cuerpo la delataban.
Se odiaba por no saber cómo responderle cuando le decía que lo quería. Se odiaba por no poder pronunciar aquellas palabras. Tal vez para alguien parecían simples, fáciles. Pero para él no. A Draco se le dificultaba decir esas palabras. Porque los marcarían para siempre. Y no era porque él no sentía nada por ella; al contrario, con Bella había sentido muchas cosas que pensaba que no existían.
No estaba listo para decirlo y no sabía cuándo lo estaría. Lo único que deseaba era que; Bella siguiese queriéndole, cuando él, por fin, le dijera que le quiere.
Minutos después, los temblores cesaron, al igual que los sollozos. Draco agradeció a Merlin, y cerró los ojos finalmente.
Se debatió por un momento, en voltear y rodear a Isabella con sus brazos, para que ella se quedará dormida. Como todas las noches... en sus brazos.
Pero esa idea quedó descartada, cuando escuchó unos gritos afuera. Quería cachetearse la cara repetidamente.
Bella pegó un brinquito, asustada. Un latido después; la chica se puso de pie y salió de la pequeña habitación que compartían en la tienda mágica.
Se levantó también. Vistió unos pantalones de chándal grises y la camisa que llevaba puesta ese día. Negra y lisa. Abrochó un botón y salió.
Buscó con la mirada a Isabella, la cual estaba fuera de la campaña, con los brazos cruzados y las piernas desnudas. Viendo hacia adelante.
— ¡Tú te comiste el brownie! — gritó Pansy, dirigiéndose a Astoria.
— ¿Siempre tienes que mentir?
— ¡Acéptalo, Greengrass! — Blaise convino con Pansy.
— ¿Por qué no aceptaría que me comí un maldito brownie?
— ¿Maldito brownie? — repitió Pansy perpleja —. ¡Era el último brownie de Mari!
— Malditos adictos.— refunfuñó la chica.
Y antes de que Pansy tomará la varita y le apuntará a Astoria, Draco avanzó hacia ellos y se puso en el medio.— ¿Tanto alborotó por un maldito brownie?
— ¡¿Maldito brownie?! — Pansy y Blaise repitieron al unísono.
— Joder, se están volviendo locos.
— ¿Por qué no se van a dormir? Mañana conseguimos más.