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Capitulos finales.

D R A C O.

Se sentó junto a su madre sobre el gran sillón de la sala.

— Se parece a ti, Draco.— dijo la mujer.

— Tiene mis ojos.

— Y tu nariz, pero los labios son iguales a los de Isabella.

— Cierto.— Ladeó la cabeza y observó los labios de Scorpius.

El pequeño bostezó dos veces seguidas.

— Bueno, es hora de su biberón.

— Suerte con eso.

— Tú se lo darás.

— No.— se negó.

— Sí. Debes aprender a darle el biberón, Draco. ¿O le dejarás todas esas cosas a Isabella? — negó con la cabeza y le pasó el bebé a Draco.

— Es precioso.— susurró Draco.

— Su cabecita en alto, Draco — él rubio obedeció —. Ahora ten el biberón.

Draco tomó el biberón caliente en la mano y con cuidado lo deslizó en la boca de Scorpius.

— ¿No es malo darle el biberón mientras duerme?

— No, no es malo.

— ¿Y por qué duerme tanto?

— Porque es un bebé.

— ¿Y cuándo dejará de hacerlo?

— Draco, la cabeza de Scorpius en alto, por favor — le pidió nuevamente, suspiró y prosiguió —. A los tres meses.

— ¿Y cuándo hablará?

— Un año.

— Es mucho. ¿Por qué no puede hablar antes? No es muy difícil hablar.

— Porque es un bebé.— repitió.

Draco bajo la vista a Scorpius y lo observó tomar el biberón. El bebé llevó sus dos manos al biberón y fingió sostenerlo, a Draco se le llenó el corazón.

No era tan malo tener un bebé...

Pasó la tarde con su madre y Scorpius, de arriba a abajo. Narcissa le enseñaba cosas a Draco, y él escuchaba con atención y asentía.

Subió a la habitación a darse una pequeña ducha después de dejar dormido a Scorpius en una nueva y pequeña cuna que le habían comprado el día pasado.

Al salir, se puso pijama y entró a la habitación de Isabella.

Se acostó a su lado y acarició su mejilla.

— Te necesito, joder.

Sus ojos se cerraron y Draco entró en un sueño profundo.

Podía escuchar los latidos de Bella aun estando dormido, podía escuchar su respiración pacífica, y le agradeció al cielo poder escucharla.

Horas después su madre lo levantó, diciéndole que tenía visitas.

Él bajo las escaleras, viendo a Astoria y Theodore en la sala con algunas bolsas en mano.

— Para Scorpius.— dijo Theo y le entregó las bolsas.

— Gracias.

— ¿Dónde está? — preguntó Astoria —. ¿Podemos verla?

— Dormida — dijo Draco —. Está dormida, pero pueden pasar a verla.

Los dirigió escaleras arriba, hasta el último piso en donde se encontraba Isabella.

Arranged marriage. (D.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora