C A P Í T U L O - 7

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Al día siguiente todo siguió normal. No había encontrado a Bona, pero me había enviado un mensaje que indicaba llegaría tarde y que mejor fuera al comedor sola.

Así que luego de las primeras clases, eso hice, me encaminé para poder comer un poco, aunque no tenía tanta hambre, mi mood no estaba tan positivo hoy y no quería soportar gente rica.

Agarré únicamente un pequeño pastel y un jugo de naranja, no era la mejor combinación, pero no había de otra. Me dieron mi bandeja y agradecí. De esa manera me encaminé a encontrar alguna mesa vacía, pero me encontré con una escena no muy agradable que digamos.

No me gustaba que molestaran a otras personas, por eso las ayudaba en situaciones como esa, pero no sabía que aquí eso era diferente.

Un chico que había visto anteriormente en los pasillos, de lentes, estaba siendo molestado por Young-Do y sus dos secuaces. Esos dos chicos que no conocía lo estaban molestando con su comida, tirándosela en la cara.

¿Qué demonios?

Me acerqué a la mesa y hablé.

- ¿Qué creen que están haciendo?

Los 3 chicos malos me observaron, pero uno de ellos me observó con diversión, o sea, el odioso.

- ¿Por qué? ¿Acaso lo estas defendiendo?

- ¿Por qué no se largan mejor? -Dije dejando mi bandeja en la mesa.

- ¿Y quién te crees que eres para hablarnos así? -mencionó el otro chico. El que estuvo con Young-Do el primer día que llegué aquí.

-No te importa -respondí con una sonrisa.

El chico de lentes de encontraba cabizbajo, pero se podía notar que tenía un enojo debido al agarre en sus manos con su bandeja.

-Young-Do ¿Puedes enviar a tus perritos a otra parte? -él solo me observó.

- ¿Cómo me dijiste?! -Respondió el chico más cercano a mí, levantándose de la mesa e inesperadamente tomándome de los hombros acción que me tomó por sorpresa.

No sabía pelear, pero podía aprender.

Sin embargo, Young-Do se levantó y sostuvo la mano del otro chico.

-No le hagas caso, está loca. Mejor vamos a otro lado, luego tendremos diversión.

El chico hizo presión en mis hombros logrando que soltara una queja debido al dolor que empezaba a sentir.

-Kim Woosung, déjala. -habló Young-Do de nuevo, pero con un tono más serio.

El ahora conocido Woosung me soltó, luego de eso los 3 se marcharon.

-Oye ¿Estás bien? -pregunté.

-No debiste ayudarme.

-Con un "gracias" estaría bien. -susurré.

El chico de lentes me observó y habló.

-Ahora estarán detrás de ti.

-No te preocupes ya he tenido encuentros con Young-Do y no me da miedo, además no saben quién soy. Si sucede algo más puedes hablarme, me llamo Amber y soy la única pelirroja natural de esta secundaria. -me despedí.

Él hizo una reverencia yo tomé mi bandeja y me marché.

Buscando una mesa encontré a un chico de rostro familiar, el que me ayudó el primer día, me acerqué. Quería ser su amiga, es de los pocos rostros amigables que he podido encontrar.

The Heirs - Royalty | Choi Young DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora