C A P Í T U L O - 14

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-Hola amiga. –se acercó a mi casillero, reí.

-Vaya pensé que era solo una tregua, pero ahora somos ¿amigos? –pregunté con burla.

-Ya, no seas así, una tregua es para hacer las paces, quien sabe quizá seamos más que amigos. –me guiñó un ojo.

-Ja, ahora si me haces reír, piérdete Young-Do. –cerré mi casillero.

Al final me siguió e ingresamos juntos a nuestro salón.

Si, amigos. Claro.

~💫~

- ¿Realmente fue la madre de Cha Eun Sang? ¿Estás seguro que no viste mal? –Bona hizo la pregunta a Myung-Soo

Al parecer la madre de mi amiga Eun Sang llegó a la reunión de madres de los estudiantes. Y creo haber escuchado también que ella iba a dar los gastos para el campamento.

Campamento... Sonaba bastante genial.

-Oye, en Corea mi madre es la mejor abogada después de mi padre. -respondió.

-Imposible. Eso es algo que no puede pasar.

- ¡Fui humillada delante de Young-Do! ¡Es tan vergonzoso!

También se encontraba aquí esa chica Ye Sol.

- ¿Young-Do? –pregunté. Al parecer mientras falté está chica quiso confirmar si mi amiga era dinero nuevo o no. Y había montado un espectáculo quedando mal frente a todos en el salón.

Ella solo me observó de una manera no tan amigable que digamos, la ignoré.

- ¿Segura que no vendrá hoy? –le preguntó a Bona.

-Seguramente estará haciendo su servicio comunitario con Tan. –respondió tranquilamente mientras leía el periódico.

Hummm podría ir a molestarlo un rato, pensé.

-A propósito, debemos hacer que Tan y Young-Do hagan las pases. Encerrarlos juntos en una habitación en el sótano sería lo mejor. –agregó Myung-Soo

No presté atención a lo que siguieron hablando.

-Me voy chicos. Vayan al juego sin mí. –y me fui sin dejar que mencionaran algo más.

Agarré fuertes las correas de mi mochila y me encaminé en mi búsqueda a encontrar y molestar a Young-Do.

Reí, era increíble como Bona tenía razón. Solo pensaba en él.

Pero solo porque lo odiaba, aunque ahora me empezaba a agradar.

Me di una pequeña bofetada y cerré mis ojos.

-Deja de pensar en él. –susurré para mí misma.

Pero escuché una risa y abrí mis ojos.

- ¿Qué? ¿Estás pensando en mí? –Resoplé.

-Si, como no. Sigue soñando Young-Do. –el rio. Su risa me agradaba. Me golpeé de nuevo.

- ¿Qué haces por aquí? Deberías de estar en tu casa. ¿Vienes a ayudar? –me extendió la escoba.

-Te vengo a molestar. –respondí. Regresándole la escoba.

-Ve a otra parte. Mira molesta a Tan. –lo señaló y yo volteé a ver.

-Hola Kim Tan. –Salude. Había olvidado mencionarlo, pero había empezado una amistad con él. A veces hablábamos por chat, bueno la mayoría de veces.

-Hola pequeña. –se acercó y removió mi cabello. Ganándose un golpe de mi parte.

- ¿Pequeña? -se burló Young-Do.

The Heirs - Royalty | Choi Young DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora