C A P Í T U L O - 52

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Narra Young-Do

"Te amo"

Esas palabras quedaron profundamente marcadas en mi corazón. Amber dormía en mi pecho, su respiración era tranquila, sonreí, pero también sentía mis ojos arder.

A pesar de que Amber me perdonara y yo me arrepintiera de lo que había hecho, no me perdonaba. Jamás superare haberle hecho daño a la persona que amaba, no la merecía.

Narra Amber

Por fortuna de la vida, mi madre no hizo un drama porque dormí fuera de casa y con un chico, aunque le aseguré a mi madre que no había pasado nada, al final, en el fondo sabía que ella quería a Young-Do o al menos le agradaba.

Ahora iba de camino con él en busca de su mamá, él estaba bastante nervioso, pero yo intentaba tranquilizarlo. Lo único que quería era no incomodar o entrometerme, pero él me insistió en que le acompañara, así que ahí íbamos.

Estacionó el auto y una acogedora cafetería se hizo presente en mi visión.

-Si quieres ve tu primero, yo puedo esperar en el carro. -no obtuve respuesta.

-Dame 15 minutos, si ves que no regreso puedes llegar. Promételo. -asentí.

-Todo saldrá bien, es tu mamá, y si no puedes correr y regresar. -él sonrió, aunque su nerviosismo era imposible de ocultar. -Anda ve, yo llego en un rato.

Cuando por fin se atrevió, salió del carro y se encamino a la cafetería, yo también estaba nerviosa por él, solo no quería que resultara más lastimado. Pero tenía la certeza de que ahora todo mejoraría.

Observé la hora en mi reloj, habían pasado los 15 minutos, supongo que todo salió bien, ya que él no regresó, así que salí del carro y me encaminé a la cafetería, como se lo había prometido.

Y al llegar me topé con una imagen que me conmovió, ambos estaban abrazados, madre e hijo. Sin querer una lagrima se resbalo en mi mejilla, decidí estar un rato más afuera antes de entrar, cuando vi que se separaban, abrí la puerta.

La señora volteó a ver a la entrada, sus mejillas estaban ligeramente mojadas a causa de las lágrimas, así como las de Young-Do a quien voltee a ver luego.

-Hola, mucho gusto, soy Amber. -hice una reverencia y me acerqué al lado de Young-Do, él se aclaró la garganta y retiro sus lágrimas y de ahí sostuvo mi mano.

-Mamá, ella es Amber, es... -se quedó en silencio. Oficialmente no habíamos establecido que regresábamos a tener una relación.

-Soy su novia -sonreí y volteé a verlo. Él me sonrió y con un nuevo brillo en sus ojos, entendiendo que ahora estábamos oficialmente de nuevo en una relación, quizá no era la manera en la que ambos lo hubiéramos querido, pero esto era más que perfecto.

-Oh, eres muy linda, un gusto conocerte Amber. -y para mi sorpresa me abrazó. Y yo le correspondí.

Luego de eso estuvimos platicando acompañados de una taza de café que ella nos había preparado, yo solo estaba feliz de que Young-Do se atreviera a sanar esta gran herida que tenía en su corazón. Ahora todo iba mejorando.

~💫~

-Aquí tienes Amber, te los regalo -se burló.

-Oye, solo quería guiarme, el otro año tengo esta clase y quiero saber de qué trata antes de recibirla.

-Chica inteligente -me sonrió.

Estaba junto a Hyo-Shin en el parque de la escuela, no teníamos clase ya que estábamos en hora de almuerzo.

The Heirs - Royalty | Choi Young DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora