C A P Í T U L O - 37

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Al otro día, todo fue aún más extraño y peor.

Había periodistas en la entrada, todos haciendo preguntas a los estudiantes acerca de Kim Tan, al parecer el rumor que expusieron ayer, era real. Y ahora estaban hablando que el ilegitimo Kim Tan iba a pelear con su hermano legitimo por la empresa.

Toda una farsa, pero este mundo era así y cualquier cosa que fuera a ser revelada seria en tu contra.

-No, ya dije que no sé nada de eso. –hablé cuando me detuvieron.

-Pero conoces a Kim Tan.

-Sí, pero no tengo porque dar información acerca de él.

Ignoré sus preguntas y me alejé, luego observé que del otro lado otros reporteros estaban molestando a Eun Sang, iba a ir hacia ella para ayudarla, pero Young-Do apareció y la rodeó con su hombro, sentí una presión en el pecho, luego llego Myung-Soo para ayudar también.

Sé que Eun Sang está con Tan, pero aun así me dolió ver eso, igual no éramos nada ya, debía avanzar y olvidarlo, pero no podía.

Al final, entré a la escuela.

~💫~

-No puede ser –susurré. Cuando entré a la escuela y llegué al corredor de mi casillero, este estaba lleno de volantes en el cual la noticia de que Young-Do y yo no estábamos y que todo había sido una apuesta.

Las ganas de llorar entraron de nuevo, pero no debía demostrar que eso me afectaba, cuando en realidad me estaba matando por dentro.

Los estudiantes que iban entrando se reían y volvían a murmurar acerca de mí, los ignoré y empecé a quitar esos volantes y posters de mi escritorio y de las demás paredes.

A mi lado vi como alguien también me ayudaba a quitar esos volantes, era Hyo-Shin.

-Hyo... -pero él no me dejó terminar.

-No menciones nada, solo no quiero que sigas sufriendo. –habló.

-Es inevitable. –seguí quitando los posters. –Me enamoré.

-Yo... -iba a mencionar algo así que lo volteé a ver, pero se quedó callado. –Olvídalo, no es necesario mencionarlo, iré a tirar eso y debo a ir a la estación de radio.

-Gracias Hyo-Shin, te debo una. –le sonreí.

-No me debes nada, nos vemos luego. –me sonrió y se fue.

Quité los últimos volantes e iba a cruzar el pasillo, pero antes de eso me detuve un rato viendo a Eun Sang.

-Oye, ¿Está todo bien? –pregunté.

Al parecer alguien había destruido su casillero, estaba lleno de colores y letras y su uniforme estaba con leche de soja.

-Vaya, creo que este no es nuestro día. –mencioné los posters y volantes que tenía en mis brazos. –Espera, te ayudaré, iré a traer un trapo al salón de limpieza mientras pasó tirando estás cosas.

-Pero ya casi empiezan las clases. –mencionó.

-No te preocupes, prefiero ayudarte.

Ella me sonrió agradecida, me alejé de ella y ahora si iba a cruzar el pasillo donde, también había volantes, pero también estaba una persona colocando más, era Woosung.

-Así que eres tú el que está detrás de todo esto. –hablé molesta.

Él volteó y al verme me sonrió.

-Te dije que te alejaras de él. –murmuró.

Lo iba a ignorar y a seguir mi camino, pero él me lo impidió.

- ¿Acaso no te gustó nuestro regalo? –fruncí mi ceño. Él solo se rio. –Ye Sol y yo disfrutamos mucho de verlos sufrir. Pero sabes que fue mejor. –se acercó más a mí. –Que él suplicó terminar la apuesta, iba a acceder, pero sabía que tenía el poder así que yo gané, logré destruir a Choi Young-Do gracias a ti.

Sé que Young-Do me mintió y lo admito, me dolió, sin embargo, era inevitable no seguir queriéndolo, aunque odiara eso de mí, pero no quería que él sufriera. Y esto era culpa de Woosung quien acababa de confesar que quería verlo destruido y de Ye Sol, que también estaba detrás.

-Eres un imbécil. –hablé y le di una bofetada, tratando de que los posters no se cayeran de mi brazo izquierdo, pero, gran error.

Woosung se enojó, y no estaba lista para su reacción, él me empujó con tanta fuerza que al retroceder caí al suelo, y para intentar no caer tan fuerte tuve que poner mis manos soltando todos los volantes en el suelo y lastimándome la mano izquierda en ese intento.

Caí justo en el cruce del pasillo, así que los estudiantes que estaban ahí, me vieron caer, escuché el grito de Eun Sang, que seguía esperando por mi ayuda, no pude voltear a verla, solo estaba observando a Woosung, tenía miedo.

Él se acercó a mí, yo retrocedí en el suelo porque aún no me había levantado, pero antes que él se acercara más, vi como una persona corría por el pasillo donde dejé a mi amiga y de la nada como rápidamente le daba un puñetazo en la cara al psicópata de Woosung, era Young-Do.

- ¡NO VUELVAS A TOCARLE SIQUIERA UN CABELLO A AMBER, ENTENDISTE! –nunca había visto tan alterado a Young-Do, ni con Kim Tan, él había estrellado a Woosung contra el casillero.

Con temor Woosung asintió y se liberó del agarre de Young-Do y salió corriendo, Young-Do iba a ir tras él, pero supongo recordó que yo estaba en el suelo aún.

-Cariñ... Amber. ¿Estás bien? –corrigió y se agachó a mi lado.

Negué lentamente, y me arrodillé para poder recoger todos los papeles que se me cayeron, pero al intentar mover mi mano me dolió.

-Auch.

- ¿Qué te pasó? –preguntó asustado acercándose más a mí.

En eso Eun Sang se acercó a mí y se agacho también. Los pocos alumnos que estaban en el pasillo empezaban a murmurar cosas y otros solo se iban, dejando el pasillo ya en silencio por el inicio de clases.

-Creo que me lastimé la mano izquierda, fue la que coloqué para no caer y no golpearme la cabeza. –no quería demostrarlo, pero tenía tantas ganas de llorar, me sentía humillada y destrozada.

-Debemos de ir a la enfermería. –habló Young-Do, Eun Sanf asintió.

-Yo puedo recoger todo, no te preocupes.

-Pero, debía de ayudarte. –mencioné a mi amiga.

-No te preocupes, ve a la enfermería, luego me ocupo de mi casillero.

Asentí, Young-Do me ayudó a levantarme, pero me alejé y solo dejé que el silencio nos abrazara mientras nos dirigíamos a la enfermería.

-Gracias por llegar. –murmuré.

-Te juro que, si ese imbécil te vuelve a hacer algo, lo mato. –reí por lo bajo, pero sin ánimos.

-No lo vale.

Llegamos y la enfermera me recibió, Young-Do solo mencionó que había caído por un accidente y me había lastimado mi mano. La enfermera finalmente me dio un medicamento para el dolor, pero me recomendó descansar un rato.

Por lo cual ella dijo que iba a hacer una nota para mí para que tomaran mi asistencia y que Young-Do debía de regresar.

Él suspiró, aunque me sentía tranquila estando con él, dolía verlo.

-Espero te sientas mejor, y llámame si necesitas algo... –las palabras siguientes sobraron, quería mencionarlas también, pero me hacía tanto daño estar a su lado ahora.

Asentí y dejé que regresara a clases, mientras yo me recostaba en la camilla y descansaba un rato. 

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¡Actualización! Después de mucho tiempo.

Y cachetada a la Will Smith de parte de Amber jaja acompañada de un poco de drama.

Gracias por seguir apoyando la fic, nos vemos pronto ❤️

Gracias por leer ⭐

The Heirs - Royalty | Choi Young DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora