The Heirs - Royalty | Choi Young Do

C A P Í T U L O - 18

Suspiré.

Ayer, el último día del campamento, había sido un completo caos para mí. Todos aún estaban con la expectativa de quien había sido la persona que me lanzó al agua.

Decidí no mencionar nada a nadie y decir que no había visto bien, prefería arreglármelas yo misma y descubrir qué demonios se traía ese chico conmigo. Y porque había dicho esas palabras antes de soltarme y dejarme caer al agua.

-Señorita Cowen ya hemos llegado a la secundaria. -estaba tan absorta a mis pensamientos que no me había percatado de que habíamos llegado.

-Gracias, pase un buen día, nos vemos luego. –me despedí del chofer.

Él solo asintió y se despidió.

El frio aire me recibió, despejando mis pensamientos, suspiré de nuevo y decidí prender mi marcha y empezar a caminar.

- "El papá de Choi Young-Do y la mamá de Yoo Rachel se van a casar".

Alcé mi vista para ver quien estaba delante de mí, era Ye Sol y otros dos chicos que no conocía.

- "¿Entones Yoo Rachel y Choi Young-Do se convertirán en hermanos?" –preguntó el chico a la par.

Dejé de prestar atención cuando una enojada Rachel pasó a mi lado y caminaba rápido

¿Acaso nadie sabía eso?

Vaya locura.

~💫~

Milagrosamente la clase de estadística se había cancelado, así que ahora me encontraba divagando en la terraza apreciando de nuevo el aire y aclarando mis pensamientos, hasta que choqué con alguien.

-Lo sien... -no terminé de disculparme, cuando vi quien era, hice una débil sonrisa.

-Siempre debemos terminar tu y yo chocando –habló con ironía.

- ¿Estás bien? –lo observé.

Él se rio.

-Soy yo quien debería de preguntar eso. –negué ante su respuesta.

-No es así. ¿Estás bien? –volví a preguntar, esta vez el disminuyó su sonrisa.

- ¿Por qué? –preguntó.

-Las noticias... tienen que ver contigo también. –hablé refiriéndome a lo de su familia. Solamente me observó. –Espero que realmente estés bien. –terminé por concluir.

De repente, cambió su expresión, a una la cual podía darte a entender como si por fin alguien se preocupara por él, por un instante hizo doler mi corazón así que sin pensarlo tanto, lo abracé.

Me acerqué a él, lentamente, y aprovechando que no había nadie alrededor, sin ningún temor, rodeé mis brazos en su cintura. Cerré mis ojos ante el contacto ya que inesperadamente me empezaba a sentir bien entre sus brazos.

Él correspondió también el abrazo y pude sentir un poco de presión de su parte, como si no quisiera soltarme. Pero luego de unos segundos ambos nos separamos.

-Ya que no somos enemigos, puedes contar conmigo, quizá pensabas antes nadie estaba para ti, pero ahora me tienes a mí. –terminé por concluir y sonreír.

Él hizo una débil sonrisa.

-Estoy bien zanahoria, mejor preocúpate por ti, quien sabe que hubiera pasado si no hubiera salido en ese momento.

-Ya pasó, investigaré quien fue y porque lo hizo, algo debe de haber detrás o alguien –susurré recordando a Ye Sol.

La campana empezó a sonar indicando el cambio de horario.