Mᴇ Cᴀsᴇ́ Cᴏɴ Mɪ Eɴᴇᴍɪɢᴀ (Dramione)

15. Profecía

Mientras tanto en la oficina de la directora McGonagall.

-Minerva, ¿ya hablaste con el ministro, Kingsley?.- preguntó jovial el cuadro de Dumbledore, con una sonrisa traviesa.

-No, Albus. Ya bastante tengo que hacer, como para seguir malcriandote aún siendo un cuadro.-

-Oh, vamos Minnie. Sabes que desde que esos dos están "casados" ahora se llevan mejor que nunca. Así que para evitar complicaciones en el futuro debes terminar de registrar ese matrimonio antes de que ellos se den cuenta de que aún no es oficial.- le rogó con un leve puchero.

-No entiendo como lo haces.- lo miró con los brazos cruzados

-Puedo ir y volver al cuadro de su oficina ya sabes, magia y eso.- le respondió de forma juguetona.

Minerva torció la boca no muy divertida al respecto.

-Me refiero que, no entiendo porque tanta insistencia en unirlos.- lo miró con los ojos entrecerrados y con un gesto de desaprobación.

-Solo pienso que hacen una linda pareja desde que los vi cuando tenían apenas 11 años, es decir ¿los viste? Son adorables y tendrán bebés adorables y vivirán una vida adorable, solo necesitaban un empujón y ahora están llevando una relación muy linda, el chico se está enderezando y la niña se está volviendo más tranquila.- respondió emocionado mientras la miraba con aires de picardia.

-Albus, siempre pensé que eras excéntrico, ahora simplemente pienso que debería existir un área para cuadros como tu, en la parte psiquiátrica de San Mungo.- respondió con indignación.

Albus la miró y frunció levemente el ceño entrecerrando los ojos.

-Sus hijos serán bonitos y estoy seguro que haran grandes cosas en el futuro.- respondió un poco ofendido

A minerva le hizo un click en la mente al escuchar eso.

-Oh no. No me gusta como dijiste eso, ¿acaso hay algo que tenga que saber sobre el futuro?.- preguntó mirándolo con cierta preocupación.

Albus la miró con una amplia sonrisa enigmática, como la del gato de Alicia en el país de las maravillas.

-No es nada de lo que debas sentir temor Minni, simplemente busca en mi biblioteca, detrás del libro de criaturas mágicas, usa mi llave especial.- le dijo el cuadro y ella obedeció.

Una pequeña caja fuerte se apareció, muy disimulada y bien camuflada.
La directora la abrió y había una esfera de profecía. Ella la observó y la dejó manifestarse

El producto de un amor verdadero y profundo,
nacido en épocas de paz.
El Dragón y la Leona.
que antes eran enemigos jurados,
Tan opuestos como el día y la noche
Tendrán un hijo producto de ese amor que parecía imposible,
El niño, será nacido de ambos mundos mágico y muggle,
marcará la nueva era en la magia.
Teniendo la bendición de Merlín
Logrará grandes cosas.

Minerva abrió enormemente los ojos con emoción. Y luego vio el cuadro de Dumbledore.

-¿La bendición de Merlín? ¡Esos magos o brujas aparecen una vez cada cien años! Y son reconocidos en la historia por las grandes cosas que cada uno de ellos hicieron.- se expresó la profesora, con total felicidad.

Albus se mordía el labio mientras sonreia de forma jovial y asentia con la cabeza totalmente emocionado.

-Tuve la ligera sensación de que me apoyarias si te mostraba eso.- le dijo con una sonrisa victoriosa.