10. Príncipe De Slytherin

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Narrador POV

Luego de compartir esa cena con los leones, Theo y Draco tuvieron mucho para reflexionar.

La verdad es que Hermione, los había inspirado para volver con su propia casa a poner orden.

Después de todo, Draco siempre fue considerado el príncipe de su casa, y era hora de dejar de lado el autodesprecio y comenzar a levantar la cabeza

No quería ser el mismo soberbio de toda la vida, pero tampoco sería el tapete de nadie, y pretendía dejarlo en claro a la gente.

Sobre todo porque Theo, aún debía compartir dormitorios con ellos. Ya habían pasado muchas noches en la que el pobre castaño habia tenido que dormir en la habitación de Draco, de la torre de los premios anuales, por culpa de esas mierdas de serpientes.

Ya estaban hartos del trato que tenían los de su casa, con ellos

sabían a la perfección que si no se daban su propio lugar, entonces jamás dejarían en paz a Nott y probablemente tendría que mudarse a su torre si eso continuaba.

Ambos hicieron averiguaciones, Matheo Myer era el nuevo favorito en Slytherin, un mocoso de dieciséis años, de cabello negro y ojos violetas, que imitaba a la perfeccion las actitudes del antiguo Draco Malfoy


Arrogante, soberbio, orgulloso y elitista

Pero Draco y Theo sabían a la perfección que el mocoso, simplemente era un chiquillo jugando a ser algo que no era

Ahora debían demostrar el porqué le llamaban príncipe de las serpientes y el chiquillo debía conocer quien era el auténtico Draco Malfoy

Theo y Draco caminaron hacia la sala común de Slytherin a paso firme y determinado.

Una vez dentro, el blondo se paró en medio de la sala con los brazos cruzados y la barbilla arriba con su porte orgulloso

No tardó mucho en ser increpado por los de su casa, sobre todo por el mocoso, Myer

-¿Que estas haciendo aquí, Malfoy?.¿Acaso te perdiste?.- preguntó en tono burlon Myer, mientras dos de sus seguidores se colocaban detrás de él.

-¿De pequeño no te enseñaron los colores?. Mira, mi túnica tiene un color que se llama verde, que significa que puedo hacer lo que se me venga en gana en mi propia sala común.- respondió con sarcasmo y una sonrisa socarrona, el rubio.

-Esta ya no es tu sala común, Malfoy.- siseo con furia y entrecerrando los ojos el azabache.

-¿Eres el nuevo retrato de la entrada o algo así?. Tío, puedes conseguir otro trabajo, no te ves tan inútil.- se burló el rubio

Theo reía a las carcajadas, contagiando a algunos de los alumnos que comenzaban a rodearlos.

El azabache se puso rojo de la ira, mientras sacaba su varita. El rubio permaneció imperturbable.

-Creo que no estas entendiendo, fracasado. Está ya no es tu casa, y tampoco la de ese otro traidor (apuntó hacia Theo). ¿Porque no vas a esconderte debajo de las faldas de tu novia, la sangre sucia?.- preguntó con maldad y una sonrisa burlona en los labios.

En un movimiento rápido, Draco, levantó de las solapas de la camisa al chico, elevandolo a su altura, quien era mediacabeza más pequeño que el.
Y con una mirada fría le dijo.

-Escuchame bien, pequeña serpiente de cascarón, tu no tienes idea de con quien te estas metiendo, soy un ex-mortifago altamente capacitado para torturar, perseguir y matar a las pequeñas ratas como tú y ni siquiera sudaría.
Yo no tengo nada que perder, y no me asusta Azkaban, para mi son vacaciones de invierno.
Así que mucho cuidadito con creerte algo que no eres, porque el príncipe de esta casa sigo siendo yo.
Más te vale que a mi amigo y a mi nos des el respeto que merecemos, o te advierto que voy a dedicarme a ir tras todas las cosas que les tengas el más mínimo aprecio, solo para hacerte sufrir de la peor manera.- siseo en voz alta.

Mᴇ Cᴀsᴇ́ Cᴏɴ Mɪ Eɴᴇᴍɪɢᴀ (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora