19. Antecedentes

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Los Slytherin a duras penas pudieron, terminar un desayuno, a medio comer, después de la visita repentina del diablo con falda, fueron a buscar a los Gryffindor.

Hermione ya había terminado de espabilar, aunque no entendía como había llegado hasta el gran comedor

Draco le explicó, que se había despertado con ganas de algo dulce, le pidió que lo acompañase y ella había aceptado.

La Gryffindor no tenía registro alguno de este suceso, así que simplemente asintió en señal de aceptación y resignación.

Un poco después de eso, Draco le dijo con toda la dulzura del mundo, que era importante que buscaran a los leones, para hacer una mini reunión en la torre de los premios anuales.

La castaña lo miró frunciendo levemente el ceño sin comprender. Pero aceptó de todas formas, la curiosidad le podía más que la extrañeza de la situación.

Unos minutos más tarde y luego de ir de un lado a otro, recolectando Gryffindors y una Ravenclaw como pokémones, todos se fueron hasta la torre de Hermione y Draco.

Al entrar Theo, Draco y Pansy pusieron cuanto hechizo de protección se sabían, para evitar la entrada de esa culebra del mal.

También levitaron algunos muebles pesados para truncar la entrada.
Pareciera que habían armado una barricada para evitar que un ejército entre por esa puerta.

Los Gryffindor los miraban con una ceja arqueada, mientras que Luna los miraba divertida.

-Bueno, creo que estamos a salvo.- dijo Theo, limpiandose el sudor de su frente con el dorso de su mano.

-Nunca estaremos a salvo con ella en este castillo. Creo que lo mejor es incendiar el castillo y darnos a la fuga.- opinó Pansy.

-¿Y arriesgarnos a que salga con vida? La perra es más inmortal de lo que fue Voldemort con sus 7 horroctuxes.- contraresto Theo frustrado.

Un carraspeo muy sonoro los hizo voltear.

-Lamento interrumpir el momento conspiranoico y para nada raro, pero... ¿nos pueden explicar que hacemos aquí?.- preguntó Hermione mirándolos con el ceño ligeramente fruncido.

Draco resopló y habló.

-Vamos al sillón, esto es algo que va a tardar.-

Los Gryffindors se miraron entre ellos, para luego encogerse de hombros e irse a sentar en los cómodos sillones de la sala de estar.

Los Slytherin los imitaron.

-Bueno... Por donde comenzamos.- dijo Pansy mirándo los leones, hasta detenerse en el pelirrojo con cara de asco.

Ron engullia un recipiente con palomitas, las cuales comía de forma sonora.

-¿Estas comiendo palomitas de maíz, Weasley?.- lo miró Ceñudo Theo.

-No me dejaron desayunar como Merlín manda y tengo hambre.- respondió escueto el pelirrojo con la boca llena.

-No se como te pueden gustar las palomitas, son terribles.- opinó Pansy mirándolo con un poco de asco.

-Se te quedan atorados en los dientes.-  dijeron Harry y Pansy al unísono.

Ambos voltearon para verse y se sonrieron un poco sonrojados.

Hermione sonrió complacida por esa mini conexión entre los azabaches.

-Volviendo al tema...- dijo Draco rodando los ojos.

-Ah si, comencemos por el principio. ¿Ustedes conocen a Astoria Greengrass?.- preguntó Pansy, mirando a los leones y la ravenclaw.

Los leones se encogieron de hombros desconociendo totalmente de lo que hablaban estos Slytherin.

Mᴇ Cᴀsᴇ́ Cᴏɴ Mɪ Eɴᴇᴍɪɢᴀ (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora