Taehyung tembló antes de dar vuelta y encontrarse con esos ojos, con la mirada dulce de la persona que amaba. Su pecho se contrajo de emoción, pero no fue capaz de moverse. Pese a lo mucho que deseó, no creía que sus piernas pudiesen soportar el peso de su cuerpo en ese momento.
Así que se quedo quieto mientras sus manos ocultaban un sollozo, estaba tiritando. Sus párpados se cerraron como un mecanismo de defensa, no tenía la capacidad de enfrentar todo lo que estaba experimentando dentro.
¿Debía correr hacia Jungkook? ¿Debía huir para no volver a hacerle daño? ¿Debía despertar?
Soñó con ese momento tantas veces, y nunca pensó en qué es lo que debería hacer.
—Taehyung —Jungkook susurró, él ya estaba cerca del castaño para llevarlos a la acera. Al tocarlo lo sintió sobresaltarse debido a la sorpresa, era como si Taehyung estuviera atravesando una especie trance por lo que le sonrió de manera brillante—. Está bien, cariño. Estoy aquí.
No recibió respuesta, no creía que el castaño pudiera darle una de todas maneras. Lo guió a un lugar seguro, pasando sus manos por la cintura de quien apenas y podía seguir sus pasos de manera torpe.
—Jungkook —Taehyung murmuró, sus ojos todavía en el piso, perdidos buscaban un punto fijo que lo ayudara a mantenerse consciente—. Jungkook, lo siento tanto.
Golpeaba de forma cruel ver a la persona que amaba experimentar ese nivel de angustia. El pelinegro también lo había experimentado, conocía el dolor físico y mental debido a todos esos meses en rehabilitación y el vacío de sus recuerdos perdidos; por lo que se sintió abrumado al ver a Taehyung luciendo desecho. Derrumbándose frente a él y todavía luchando por mantenerse firme y de pie, susurrando disculpas.
—Está bien, Tae... —su voz se rompió. No sabía que estaba llorando hasta que se oyó. Tragó saliva cuando el castaño apoyo su cabeza en su pecho murmurando—. Está bien.
Pero, ¿lo estaba?
Puede que sí. Sí, es decir, la persona que amaba estaba ahí, junto él. Es solo que habían pasado más de dos años, el mundo no se detuvo y siguió. No obstante, ¿por qué pensaría en eso ahora cuando ya estaban juntos?
Porque habían sido días eternos sintiéndose vacío, mirando al techo. ¡Había sido él llorando en la madrugada en silencio debido a que no entendía quién era!
Y estaba el tiempo que jamás regresaría. Tenía derecho a sentirse malditamente destrozado. Jungkook apretó el cuerpo arrepentido que seguía pidiendo perdón y por el que no podía hacer nada. No mientras estuviese sintiéndose igual de acabado.
—Si voy a despertar —Taehyung susurró, parecía estar asustado de que todo se rompiera si hacía ruido, su cuerpo volvió a tiritar. Apenas pudo levantar su rostro empapado en sudor hacia el pelinegro—. Quiero despertar con el recuerdo de tenerte cerca. Despertar, pero no hacerlo realmente si eso significa seguir oyendo mi nombre dicho por ti.
No tenía sentido.
Al parecer seguía jurando que se trataba de un sueño. Tener a Jeon sosteniendo su cuerpo con esa fuerza, debía ser irreal después de tantos sueños donde despertó con un nudo en el pecho.
—Taehyung —llamó Jungkook colocando sus manos en el rostro del castaño—. Es real, ¿bien? No voy a desaparecer.
—Ni siquiera tienes que amarme de vuelta. No seré caprichoso nunca más.
Cerró sus ojos, no pudo seguir hablando.
(...)
—Ya puedes dejar de mirarme como si me hubiese salido una tercera cabeza. —Jungkook suspiró, sus ojos fijos en el rostro dormido del castaño unos segundos antes de girar hacia Jimin—: si tienes algo que decir, solo hazlo.
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Promesa. [Kookv]
Fanfiction-¡Prometiste que me amarías por siempre! -¿Olvidas quién rompió la promesa primero? -¡No la he roto! Yo te amo. -¿Está bien para ti decir eso? -Jungkook rio ignorando las lágrimas cayendo por sus mejillas-. Vas a casarte mañana, maldición.