Promesa. [Kookv]

22

El dolor no logró eclipsar la vista de ambos cuerpos, cayendo al piso mientras el olor metálico característico de la sangre empezó a cubrir el lugar. Hombres al rededor convirtieron, en cuestión de segundos, todo de balas yendo y viniendo.

Jungkook apenas fue capaz de correr hacia el cuerpo de Taehyung cubierto de sangre, que era imposible saber si provenía de su cuerpo o el de Naesang a un lado con un disparo en la frente. Los ojos del castaño se abrieron, hicieron que Jeon pudiese enfocarse en sacarlos de ahí. Pasó sus manos al rededor del torso de quien jadeaba para dirigirlos de nuevo a la bodega donde habían estado inicialmente y una vez dentro se aseguró de cerrar con fuerza para evitar que alguien entrase.

—Entonces... —Taehyung gimió, sus piernas no podían soportar su propio peso, pero Jungkook aún lo sostenía. Siempre—... ¿Lo logramos?

Debería verse a sí mismo, Jungkook sintió su labio temblar cuando notó que la bala qué le había disparado a Naesang hizo que Taehyung sufriera el golpe que ahora cubría gran parte de su cabeza, su brazo tenía una bala incrustada también.

De nuevo, era el mismo adolescente que no tenía idea de lo que debería hacer. Sonrió, sin embargo, mientras ayudaba al castaño a sentarse de manera correcta en una esquina.

—Por supuesto, que sí —mintió, su respiración superficial debido al sonido incesante de las balas y voces afuera—. ¿Lo dudabas?

—¿La verdad?

—Siempre.

Taehyung rio apenas, su ceño se frunció cuando el dolor empezó a mermar sus fuerzas, cuando el dolor evitó que  pudiese ver que Jungkook no estaba mucho mejor que él.

—No, la verdad es que te tengo mucha fe, Jeon Jungkook.

—Que bueno porque vamos a estar mucho, mucho tiempo juntos después de esto. Quiero que nos casemos.

—Por Dios que si es una maldita broma, me voy a enojar.

Jungkook también se iba a enojar si no podía cumplirlo. Estaba de cuclillas en cuestión segundos para rasgar su camisa y hacer un torniquete en el brazo de Taehyung, maldijo cuando notó que era más grave de lo que creyó inicialmente. Cuando los ojos grandes del castaño empezaron a cerrarse de a poco, luciendo somnoliento.

—Voy a pedirte algo, Tae. ¿Está bien para ti?

—¿Quieres que te bese?

—Muchísimo. —Jungkook sonrió, sus mejillas empapadas hicieron una mezcla dolorosa—. Pero ahora mismo necesito que te mantengas despierto, ¿puedes hacerlo? ¿Por mí?

Tenía miedo, tanto miedo.

—Suena a que quieres irte.

Incluso en ese estado, Jeon captó la mano del castaño aferrada a su chaqueta para evitar que se fuera, que lo dejara ahí.

—¿Cómo vamos a casarnos si nos quedamos aquí? —bromeó Jungkook, su ansiedad y terror empezaban a crecer—. ¿Debería pedirle a uno de los locos de fuera que haga de juez.

—No te vayas —Taehyung pidió con seriedad, todo rastro de broma desapareció en segundos fue reemplazado por una mirada llena de súplica—. No quiero que vayas a ningún lado, Jungkook.

Se sintió físico, el miedo se sintió dentro de Jungkook como una puñalada certera, debía irse. Su celular le fue arrebatado apenas llegó ahí, y estaba seguro de que no habría forma de que pudiese salir de ahí sin tener que enfrentar a esos hombres. No estaba seguro de poder hacerlo.

—Taehyung...

—Solo quédate conmigo, por favor —el castaño cortó abrazándose a sí mismo—. Tengo miedo de estar solo.