—¿Crees que puedas ponerte de pie?
Taehyung levantó la mirada al chico de cabellos negros, a su mirada intensa y luego a sí mismo lleno de barro después de la caída que había sufrido. Era incluso un poco torpe en cosas tan simples por lo que se sintió avergonzado.
—Lo siento —susurró sin saber que más decir, mordió su labio inferior tratando de no echarse a llorar como un niño. Tenía diecisiete, mierda—. Puedes seguir, de verdad.
Jungkook frunció el ceño acercándose a verificar que no estuviese herido, que el chico tirado no tenía algo más que una expresión llena de tristeza que no podía entender.
—¿Por qué te estás disculpando? —preguntó con un deje diversión, su mano sobre la pierna izquierda del contrario—. ¿Los niños ricos suelen disculparse siempre?
—¿Huh? —Taehyung levantó su rostro de nuevo, los ojos del pelinegro estaban cerca, tanto que podía verse en ellos y era realmente interesante—. No, yo solo... Lo siento.
—Acabas de tropezar —el pelinegro frunció el ceño cuando oyó la voz contraria temblar, demostraba que hablaba en serio, que de verdad se sentía culpable por caerse—. No tienes que disculparte.
El cabello castaño cayó sobre sus ojos, sonrió un poco mientras pensaba en esas palabras. Se sentía bien, muy bien la seguridad con la que hablaba ese chico.
—Bueno, si lo dices así suena a que dije algo estúpido.
—Lo hiciste. —Jeon estaba riendo un poco, su sonrisa atrajo la atención de quien se incorporaba rápidamente—. ¿Qué?
—¿No sabes quién soy? —Taehyung preguntó con curiosidad, su mirada inquisitiva era graciosa, quizás algo linda—. Soy Kim...
—¿Se supone que debería?
—El hijo del Ceo...
—¿Debo hacer algún tipo de reverencia? —Confundido como estaba, bajó la mirada a las manos contrarias llenas de barro y no pudo esconder su sonrisa—. No voy a inclinarme ante ti mientras te veas así de sucio, seria tonto.
No. O si lo era, Taehyung se miró con ojos rápidos y siguió la risa del contrario. Y fue la primera vez que se sintió parte de algo, parte de la sonrisa que ese chico le daba.
(...)
Habían sido demasiado jóvenes para que su amor durase, incluso ahora pensar en algo serio a esa edad sonaba gracioso. Pero Taehyung estaba seguro de que lo amó, de que lo que sintió en ese entonces era amor, que lo que seguía sintiendo era amor. Jungkook vio más allá de un chico con dinero, lo ayudó a recuperar su confianza en sí mismo, a saber que la tenía.
—¿Hyung? —Jongseong estaba frente al castaño, su mirada curiosa era la misma de Jimin—, ¿entonces?
Taehyung sacudió la cabeza con rapidez, su sonrisa volviéndose sincera mientras daba un vistazo rápido al departamento.
—No es nada malo, ¿te lo dije no? —suspiró mirando al rededor con rapidez, odiando seguir mintiendo—, ¿crees que tu hermano tarde demasiado?
—No —respondió sintiéndose todavía más interesado debido a que su hyung no solía ir ahí, nunca—. Es decir, no tengo idea. Jimin hyung prometió que llegaría enseguida cuando le dije que estabas aquí.
—De verdad, siento esto. —Taehyung miró al piso nervioso, ansioso, ya que había algo realmente mal en la forma que estaba actuando—. Es solo que no tenía a dónde ir.
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Promesa. [Kookv]
Fanfiction-¡Prometiste que me amarías por siempre! -¿Olvidas quién rompió la promesa primero? -¡No la he roto! Yo te amo. -¿Está bien para ti decir eso? -Jungkook rio ignorando las lágrimas cayendo por sus mejillas-. Vas a casarte mañana, maldición.