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El celular sonó en la mesita de noche, Jungkook tragó saliva antes de mirar el identificador. No conocía el número, pero quizás sí sabía de quién se trataba. Su corazón se apretó un poco mientras levantaba el celular para atender.

—¿Si?

¿Puedes venir por mí? —Era la voz de Taehyung, su respiración parecía errática, como si hubiese estado corriendo alguna clase de maratón, lo que era ridículo a esa hora de la madrugada—. Por favor, por favor.

¿Por qué preguntaba? ¿No era bastante obvio que Jungkook no podía?

—Enviaré a alguien por ti.

No voy a irme con nadie más —. Taehyung tosió—. Estoy asustado, no creo poder confiar en nadie más.

Pero si confiaba en Jungkook, y eso era idiota.

—Yo... —Miró a Yugyeom removiéndose a su lado hasta que su rostro quedó a la vista y sintió culpa por ansiar salir corriendo y buscar a la persona que seguía tosiendo a través del auricular—... Me voy a asegurar de que nadie te haga daño.

La persona que enviaría, quiso decir Jungkook, pero no lo aclaró. En su lugar miró a su mano apretada en un puño doloroso y se sintió aturdido por lo fácil que era perder el control de sus emociones últimamente.

¿Puedo dejarme ir entonces? —preguntó Taehyung, su voz cada vez sonaba más baja. Apenas podía entenderse lo que dijo después—: tengo mucho sueño, Jungkook, mucho sueño.

El pelinegro estaba totalmente alerta segundos después debido a que Taehyung dejó de hablar. Llamó por su nombre, al parecer demasiado fuerte puesto que Yugyeom estaba mirándolo de un minuto a otro, su postura tensa.

—¿Sucede algo, Jungkook?

—Amor... —sonaba errado llamarlo así, Jeon se detuvo y miró su celular buscando respuestas que obviamente no hallaría. La llamada ya había terminado—, necesito ir a buscar a Taehyung, él acaba de llamar. Creo que está en peligro...

—¿Tú necesitas? —repitió, la comisura de su labio se levantó en un gesto derrotado, frustrado más bien al notar que Jungkook ni siquiera parecía haber notado lo ansioso que estaba—. Correcto. Vamos.

—No tienes que hacerlo. Puedes quedarte, volveré enseguida.

Yugyeom ya se había puesto de pie. Deseaba tanto lanzarle una almohada a Jungkook para dejar de oírlo, para hacerle sentir un mínimo de lo que estaba sintiendo él.

—No estoy pidiendo permiso, amor —respondió y no habría que estar muy atento para captar lo mucho que estaba ocultando su molestia—. Me pondré un abrigo. Deberías hacer lo mismo. ¿O Taehyung también está acostumbrado a verte sin camiseta?

Dios, estaban cayendo al parecer. ¿Su relación de años estaba así de mal en tan poco tiempo? Por supuesto que no. Ellos quizás siempre tuvieron fecha de vencimiento y ahora era que lo notaban.

—Me vestiré enseguida.

Salieron en silencio, uno pesado que se extendió durante todo el camino y pese a que Yugyeom trataba de ignorarlo, era tan sencillo notar las diferencias. La diferencia que existía entre el Jungkook que conoció hace años y el de ahora. El muchacho que conoció no estaría conduciendo a tal velocidad debido al peligro, tampoco luciría tan nervioso y asustado.

Así que, era ese el verdadero Jeon Jungkook. Yugyeom sintió un sollozo atorado en su garganta al captar el alivio en ojos de su novio debido a que ya estaban cerca de la dirección desde donde la llamada de Kim Taehyung había llegado.

Promesa. [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora