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Taehyung había mentido.

Pero incluso si fuese cierto, Yugyeom trataba de convencerse de que no era importante. Que si Jungkook y ese hombre solían conocerse, si ellos por algún motivo tuvieron algo, no era relevante y esa era la razón por la que su novio no le había hablado del tema.

Solo que no hacía tanto sentido que Taehyung si lo mencionara después de tanto tiempo.

—¿Hola?

Parpadeó cuando la voz de Jungkook llegó hasta él, cuando su ceño fruncido le demostró que su expresión debía ser extraña. Entonces miró hacia su celular con un leve mohín en sus labios.

—Pensé que habíamos hablado de los retrasos.

Jungkook mordió el interior de su mejilla mientras se sentaba frente a su novio para tomarlo de la mano con rapidez.

—Lo siento tanto, amor —se disculpó debido a que casi veinte minutos habían pasado desde la hora acordada. Suspiró cuando encontró los ojos contrarios—. No podía dejar esta reunión para más tarde, esos hombres regresarán al extranjero hoy mismo.

Esos hombres de los que Jeon hablaba debían ser los nuevos accionistas, los que habían dejado la alianza con los Kim de manera abrupta, mismo hecho que habría contribuido a su deplorable estado financiero.

Yugyeom intentó tanto que las palabras de Taehyung no aparecieran, sin embargo, ya lo estaba considerando. Jungkook jamás se había visto tan enfrascado en algo, su novio siempre separó el trabajo de su vida personal y ahora...

—Has cambiado —mencionó con normalidad, como si confirmar sus palabras al sentir la tensión en Jungkook, no estuviese clavando una especie de duda extraña—, no creí que esto fuera tan importante.

—¿De qué estás hablando?

—Bueno... —Yugyeom tomó un sorbo de su bebida, había pedido su favorita. No obstante, no parecía ser la misma en ese instante—. Pareces tan metido en esto, ya sabes, como si conseguir una empresa en quiebra fuese más necesario que expandirse hacia el extranjero.

Claro que no entendería, claro que Yugyeom diría algo así. Jungkook tenía que recordarse a sí mismo que su novio desconocía la parte esencial de todo lo que estaba haciendo. Y es que él no tenía que saberlo, Jeon se había encargado de mantenerlo fuera de los sentimientos de venganza y rabia porque esa persona era lo mejor de su vida y no tenía porqué verse mezclado con sus sentimientos oscuros.

Yugyeom merecía solo lo mejor de él, aunque parecía que lo había olvidado últimamente.

—Lo sé —aceptó alejando sus manos de las contrarias para buscar algo que decir que no fuese mentiras. Nada llegó a su mente. Quizás, estaba cansado y por supuesto habría más de una excusa a su manera de actuar, solo que no la encontró—. Sé que no es la mejor opción, amor. Pero tampoco es mala, podremos expandirnos de manera efectiva y hacer la alianza en el extranjero sea más sólida.

—Hablas como si la empresa Kim estuviera en su mejor momento. —Yugyeom no creía estar hablando de negocios, mierda. Él ni siquiera tenía conocimientos previos o algo más que no fuese oír a Jungkook al teléfono. Era modelo, maldición. ¿Por qué las palabras de Taehyung causaban tanto?—. Olvídalo, solo estoy molesto, no tuve un buen día.

Explicaba muchas cosas, o no. Pero Jeon prefería creer que la mirada extraña de su novio se debía a eso, a un día malo y no a su forma, no convencional, de actuar.

—¿Quieres hablar de ello?

No. Yugyeom sacudió la cabeza para negarse mientras buscaba la mirada de su novio, era la misma mirada suave que amaba, la misma expresión dulce de todos los días. Cuando Jungkook lo veía todo lo que había estado pensando desaparecía, no tenía sentido.

Promesa. [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora