Promesa. [Kookv]

16

Entonces hubo un silencio tenso, al menos era de esa manera para Jungkook. Él no entendía lo que estaba pasando por la cabeza de Taehyung para que tuviese esa expresión en su rostro, y de verdad no creía que deseara saberlo realmente.

Miró de nuevo a la fotografía que había provocado que Taehyung hiciera esa pregunta y suspiró.

—Iré a ducharme —informó suavemente, los ojos del castaño lo observaron de reojo, casi aliviados. Preguntaría después, Jeon pensó que debería darle un poco de tiempo antes de hablar—. Si tienes hambre puedes ir a la cocina... —Se detuvo unos segundos antes de agregar—, o ¿debería pedir comida en su lugar...?

—No tengo hambre —Taehyung cortó, una sonrisa rota apareció en sus labios cuando entendió que Jungkook todavía suponía que no podía ni prepararse algo simple, y no estaba muy equivocado. Kim había sido toda su vida alguien que no necesitaba hacer nada, su padre se había encargado de ello—. No te preocupes.

La cosa es que, Jungkook, si estaba preocupado. Todavía así, rascó su cabeza cabeceando en respuesta para alejarse de una vez hacia el baño.

Probablemente, pasó algo más de cinco minutos. Taehyung se había quedado muy quieto frente a la habitación cerrada de Jungkook, él no quería entrar y encontrarse con el aroma de alguien más. Estaba siendo un estúpido, quizás. Sin embargo, no tenía ánimos pensar en ello y simplemente tomó el pomo de la puerta dispuesto a entrar.

El timbre sonó provocando que tuviera un leve sobresalto. Caminó lentamente cuando sintió que segundos después la puerta se abrió, alguien tenía la clave acceso. Su ceño se frunció al encontrarse con la figura de Yugyeom en mitad de la sala, sacándose la chaqueta en un gesto tan cotidiano que provocó un pinchazo doloroso en su pecho.

—¡Lo siento, Jungkook! No debí entrar así, pero dijeron que necesitabas los documentos y yo... —Yugyeom se detuvo para dejar la chaqueta empapada a un lado. Entonces miró al frente, finalmente, y se congeló—... Jungko... ¿Qué haces aquí?

¿Qué hacía ahí?

Taehyung mordió el interior de su mejilla con enojo contenido, todo viniendo sobre él en cuestión de segundos. La amenaza, su padre, la presencia de esa persona en ese lugar. ¿Qué hacía ahí? ¿No era bastante obvio?

Por supuesto, que no. Yugyeom era quien tenía más derecho, pese a ello, el castaño respondió:

—Creo que sabes lo que hago aquí, Yugyeom. —Dios, era un completo idiota, realmente. Pero aún sabiendo eso, Taehyung levantó la comisura de su labio, cuando el contrario exhaló, visiblemente afectado—. Te lo dije, ¿no? Teníamos algo...

—¿Yugyeom?

El pelinegro apareció, estaba vestido. Mas su cabello era clara muestra de que había salido apenas de la ducha. Miró al rostro de quien había sido su pareja y se encontró con ojos brillantes por las lágrimas contenidas, no lo entendió. No hasta que se volvió hacia Taehyung, y este esquivó su mirada.

Bueno, qué mierda.

—Sé que no debía venir —Yugyeom empezó bajando la cabeza hacia los documentos que Namjoon le había pedido enviar a Jungkook, eran urgentes y por algún motivo, Nam recalcó que no podía simplemente enviarlos por correo. Así que, estaba ahí, sintiéndose un estúpido—, sé que debía llamarte antes o algo, pero... No pude contactarte, pensé que debía pasar por aquí... Creí que... —Sacudió la cabeza con una triste sonrisa que se tornó todavía más dolorosa al ver los ojos de Jungkook y su estado. Su evidente salida de la ducha era bastante comprometedora—. Pensé que no regresarías con Taehyung, pensé que estabas respetando nuestro tiempo...