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—¿Qué mierda pasa contigo?

Jimin llegó gritando, o ya estaba ahí hace algunos minutos pero Jungkook no lo notó hasta que lo vio corriendo hacia Taehyung para ayudarlo a ponerse de pie después de la caída.

—Estoy bien, no tienes que gritar. —Taehyung levantó sus ojos lentamente hasta el pelinegro, la expresión desencajada de confusión y arrepentimiento que tenía en su rostro causó un leve dolor en su pecho—. Siempre soy demasiado torpe.

¿Qué rayos?

Ojos llenos de enojo acompañados de una postura dispuesta a golpear a quién sea se aproximaron a Jeon. Jimin estaba vociferando algo, su expresión era tan molesta que apenas y podía recordar que eran adultos y era Corea, iría preso si golpeaba al pelinegro.

Aún así.

—¡Te volviste loco? —No quería respuestas, él ya las tenía. Golpeó el pecho de quien seguía mirando a su mejor amigo como si no entendiera lo que acababa de hacer—. ¿Querías matararlo? ¡Cómo pudiste tirarlo de las escaleras!

—No me tiró. —El castaño negó con la cabeza, se había puesto de pie hace minutos. Mordió su labio inferior odiando la manera que habían terminado, lo que estaba causando. Sus ojos se encontraron con los de Jungkook y tragó levemente—. Siento haber venido aquí sin avisar.

Planeaba irse, giró para hacerlo, sin embargo el toque en su brazo lo detuvo. Taehyung buscó la mirada de Jungkook cuando notó que era su mano. No lo encontró, Jeon ya estaba mirando su brazo, lo oyó preguntar segundos después:

—¿Duele?

—¡Claro que duele, animal! —Jimin se acercó también, alternó su atención entre Jeon y el brazo lleno de raspones de su amigo porque la sudadera se había rasgado—. ¿Eres imbecil?

—Minnie...

—Necesito un poco de alcohol y gasas —Jungkook detuvo las palabras de Taehyung sin notarlo. Hablaba consigo mismo, en realidad. Su mente trabajando demasiado rápido a medida que notaba más roces en el cuerpo ajeno—. Tengo algunos en mi apartamento, vamos.

Si levantase su rostro podría notar que las miradas debido a sus palabras estaban llenas de desconcierto, porque él no estaba actuando como debería ser, como la persona dura y fría que se había encargado de demostrar que era. No obstante, en ese instante no había más que importara que vendar esas heridas. Así que, cuando Taehyung no caminó junto a él, se sintió algo aturdido.

—¿Puedo ir? —Taehyung preguntó en un susurro que Jungkook tuvo que esforzarse por escuchar y cuando lo hizo miró al castaño como si fuese él quien actuaba extraño—. Es decir, causé esto. Tú no tienes que...

—Solo ve, Taehyung. —Jimin tenía sus ojos atentos a Jungkook, podía hacerlo todo lo que quisiera puesto que el pelinegro no parecía notar nada más que a Taehyung, entonces conoció a esa persona que su mejor amigo describió hace algunos días, a ese chico del que decía estar enamorado todavía—. Llámame cuando termines.

Terminar qué exactamente, Taehyung no pudo preguntar. Él ya estaba detrás del pelinegro mirando su espalda de camino al departamento.

Había causado aquello, debería sentirse satisfecho de ver que Jeon seguía siendo una persona amable, ese chico que solía preocuparse por él. Solo que no se sentía bien, en absoluto. Taehyung apenas fue capaz de levantar la cabeza y ver que habían llegado. No quería que las cosas se dieran así, él no quería estar ahí y era tan idiota puesto que casi lo había causado.

Dolía, dolía mucho.

—Entra —Jungkook dijo.

Taehyung lo hizo, su mente volviéndose un manojo de sentimientos al ver el lugar del contrario, todo era como imaginó. Sobrio y elegante, encajaba con el Jungkook que era ahora, mas no encajaba con la mirada extraña que le estaba dando, como si acabara de darse cuenta de que Kim estaba ahí.

Promesa. [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora