Capitulo XXXVIII

632 46 31
                                    

La luz del sol me acaba de despertar, ese reflejo que no veo pero siento, logra sacarme de mis sueños, cuando apenas me despierto me encanta quedarme con los ojos cerrados por un rato, hoy me hubiese encantado hacer eso, pero el aroma de la almohada en la que estoy recostada me hizo abrir los ojos inmediatamente, literalmente estoy entrando en un estado de desesperación, necesito que alguien me explique inmediatamente porque llevo el saco que tenía puesto Admes anoche y aún peor porque rayos Evenson está durmiendo junto a mí.

-Qué haces acá?- le pregunté con desesperación, mientras observaba la habitación, claramente este no es mi cuarto -Mejor dicho que hago yo acá?-

Admes se dispuso abrir uno de sus perfectos ojos, la luz del sol pegándole de lleno hace que se vean verde agua, su cabello está desordenado, ya no lleva el moño del esmoquin y su camisa tiene los primeros botones desabrochados.

-Emily son las ocho y media de la mañana, para que estés gritando como una loca déjame dormir un ratito más por favor- me dijo con voz más grave que lo normal.

-Está bien pero me encantaría saber porque desperté aquí- le respondí mientras frotaba mis ojos.

-No recuerdas nada?- me preguntó Evenson sentándose en la cama.

-No-

-Nada de nada?-

-Si te digo que no, es que no me acuerdo nada- le respondí mirándolo con incredulidad.

-Bueno voy a cambiar mi pregunta ¿Hasta donde recuerdas?, ¿Cuál es el último recuerdo que tienes?-

-Recuerdo que bebimos algo que nos ofrecieron en el lobby, de ahí para adelante es una imagen negra, no sé qué pasó ayer-

-Mi pregunta ahora es ¿Quieres saber qué pasó ayer?- esas palabras me hicieron entrar en pánico.

-Es muy malo?- le pregunté tapándome la cara con la almohada.

-Me besaste, caminaste borracha por Buenos Aires y terminaste vomitando en un tacho de basura, en plaza de Mayo mientras yo sostenía tu pelo-

-Hay Dios mío, que vergüenza, no sé que de fue peor de todo-

-Quién diría que llegaría a ver a Emily Relish avergonzada por algo que hizo- me dijo Admes riendo.

-No te burles, esto excede mis límites, tengo derecho a estar avergonzada- le respondí aventándole la almohada, repentinamente un pensamiento se instaló en mi mente -Admes sería un gusto aventarte almohadas todo el día pero si la secretaria despierta y descubre que yo no estoy allí los dos estamos muertos- le dije mientras me paraba para irme, antes de cruzar la puerta le susurré -Gracias por cuidarme y perdón por haberte besado-

Cuando regresé a la habitación, por suerte la secretaria seguía dormida, me duché y para cuando termine, ya estaban todos listos para desayunar.

Ya estamos en el avión, nos vamos a Iguazú, me emociona mucho la idea de conocer las cataratas, la secretaria durmió todo el viaje, definitivamente la champaña le pegó fuerte, a mí me duele muchísimo la cabeza, nunca más en mi vida pienso tomar, el alcohol no fue hecho para mi, me da miedo lo que soy capaz de hacer bajo el efecto de esas bebidas.
Después de unas cuentas horas el avión aterrizó, nos dirigimos hacia el hotel y rendida por el cansancio caí en un profundo sueño.

Nos estamos dirigiendo hacia el parque Iguazú para tomar una lancha que navega los ríos, hasta llegar a las cataratas. Antes de subirnos nos pusieron chalecos salvavidas, las vistas que observe hasta el momento de caídas de agua son impactantes, imposible de describir por lo hermosa que son, repentinamente la lancha empezó acelerar.

-Admes que está pasando?- le pregunté con miedo.

-No te asustes, tienen que acelerar para poder pasar las correntadas de agua-

La secretaria Williams está tan quieta que parece una estatua, definitivamente el miedo la tiene paralizada.
La embarcación pasó bajo chorros de agua que hicieron que me empapara, repentinamente empezó a atravesar una bruma, estoy temblando.

-Por que siempre nos tenemos que subir a cosas, que dan la impresión que se van a hundir?- me preguntó Evenson prestándole atención al camino.

-Qué buena pregunta- le respondí temblando -Igual si esto se hundiera apuesto que el primero que se ahoga eres tú-

-Muy chistosa Miss mandona, a mí en este momento me da la impresión, que de los dos la que más miedo tiene eres tú-

-Yo por lo menos aprendí a nadar cuando era pequeña- le respondí riendo.

Definitivamente en Argentina estoy viviendo todo tipo de experiencias, este paseo lleno mi cuerpo de terror y adrenalina, estamos caminando por las pasarelas de las cataratas, repentinamente unos gritos me hicieron pegar un salto.

-Niños, atrapen a Jerry, esos osos hormigueros lo asustaron al pobre, atrápenlo- grita la secretaria.

Con Admes empezamos a buscar al pequeño, pero no hay rastro de Jerry, espero que lo podamos encontrar porque sino la secretaria se nos instala en Iguazú hasta que aparezca y quizás eso no pase jamás, me da lastima me caía bien el pequeño Jerry.
Luego de un rato de búsqueda sin éxito, la secretaria nos sorprende con Jerry en sus brazos.

-Chicos, quiero presentarles a estas personas y a su hija Lola que fue la que encontró a mi bebé - nos dijo la secretaria con lágrimas en sus ojos -Admes tú que sabes hablar bien el español, te pido por favor que le digas que estoy eternamente agradecida por haber rescatado a mi pequeño Jerry, que es lo que más quiero en este mundo y  es por eso, que los quiero invitar a cenar en el restaurante del hotel como agradecimiento-

Nos despedimos de la familia y seguimos con la visita por las cataratas, pudimos hacer llamada con nuestros padres y mostrarles el magnífico lugar que estamos recorriendo, ya falta menos para que nos reencontremos.

La cena con la familia Argentina fue encantadora, Lola que habla bastante fluido inglés nos contó cómo es su vida cotidiana aquí,en su país.

El día se me pasó volando, estuvo lleno de drama, haber podido conocer las cataratas fue hermoso, hoy en día parece que lo único interesante es la tecnología, pero para mi es más innovadora la naturaleza, porque sola sin interrupción de nadie logra crear belleza, el agua con el verde de la vegetación son una hermosa vista para sacarle fotos o pintar, pero aún mas importante es apreciar porque, nuestros ojos son las ventanas al mundo, los que nos permiten ver lo que la naturaleza crea y el recuerdo de lo que vivimos, se va a convertir en la foto que se va a repetir una y otra vez y nada lo va a lograr eliminar.

Literalmente Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora