Los viajes transcurren rápido, cuando te descuidas te encontras en el último día de esta película, definitivamente es una aventura única.
Muy temprano por la mañana, el avión aterrizó en el aeropuerto de Buenos Aires, este viaje estuvo lleno de despegues y aterrizajes. Ya casi es mediodía y nos estamos dirigiendo hacia el subte para ir a un lugar que desconozco, porque Admes se niega a decirme a donde vamos, dice que quiere que sea sorpresa y me asegura que me va a encantar. Lo más difícil del asunto fue convencer a la secretaria Williams, de bajar al subte, según ella no es un lugar digno para su Jerry, pero con Admes nos negamos a irnos de Buenos Aires sin andar en subte, porque en Miami no hay.
Con Evenson pasamos el molinete para dirigirnos al andén, sólo faltan dos minutos para que llegue el subte pero nos falta algo, la secretaria Williams no está.-Admes que hacemos ahora?- le pregunté con pánico.
-La dejamos donde sea que haya quedado y seguimos nuestro camino, ya no quiero ver más a ese perro, ¿vos sabes lo odioso que es sacarlo a qué haga sus necesidades a toda hora?, no lo quiero ver más- me respondió mirando el cartel de las paradas del subte.
-Ojitos, no la podemos dejar y pobre Jerry él es bueno, hay que volver a buscarla-
-Primero, vos decís eso porque el perro te quiere, a mi me gruñe y mordisquea, cuando desapareció en las cataratas tenía fe de no verlo por un buen rato y...-
Evenson no pudo terminar la frase porque le pegué en la cabeza con la agenda, en la que vengo escribiendo el viaje -Eso dolió Miss mandona, la agenda es tapa dura- me dijo frotándose la cabeza -Y lo te iba a decir que corramos, si queremos alcanzar el subte y encontrar a la secretaria-Con Admes regresamos a donde la vimos por última vez, los molinillos y ahí está la alta mujer con rasgos ingleses, que conocemos cómo la secretaria, lleva puesta una campera larga de color blanco y Jerry al ser marrón resalta combinando con su oscuro cabello.
-Qué hace allí señorita Williams?- le preguntó Admes dirigiéndose hacia el lugar.
-Déjenme, que aquí estoy sana y salva, quien sabe los gérmenes que tienen esas varas de mental- respondió con asco.
-Secretaria es el último día de este viaje, me haría el enorme favor de no quejarse por todo, sólo una vez, ¿Qué le parece si pongo mi chaqueta sobre el fierro?-
-Esta bien acepto, pero apúrense antes que me arrepienta y toma a mi Jerry -nos dijo entregándome al perro.
El subte lo terminamos perdiendo pero no fue mucho problema porque pasan muy seguido.
-Qué lindo que es esto, jamás pensé que me iba a gustar tanto, la sensación de andar con un tren bajo la tierra- nos dijo la secretaria con entusiasmo.
-Ustedes dos me van a volver loco- nos dijo Admes suspirando.
-Y yo que tengo que ver?- le pregunté riendo.
-Tu serás la mayor responsable de mi locura- me respondió con una sonrisa.
Cuando nos bajamos del subte, comenzamos a caminar por la avenida Santa Fe, repentinamente en una esquina Admes me dijo.
-Ponte esto en los ojos- entregándome una venda.
-Para qué ?- le pregunté con desconfianza.
-Por favor confía en mi- me respondió mirándome con sus hermosos ojos que se me hizo imposible decirle que no.
Evenson me dirigió hacia un sitio que desconozco, escucho muchas voces diciendo palabras en español, por lo tanto calculo que estoy en un espacio cerrado.
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Literalmente Juntos
Roman pour AdolescentsEmily Relish, una chica normal, inteligente, soltera y despreocupada cursando su primer año de preparatoria. Por culpa de un proyecto, Emily va a tener que convivir con su odioso compañero Admes Evenson, y un viaje desatara sentimientos al respecto...