Capitulo XLI

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Estamos a 21 de Julio, hoy es el cumpleaños de Ojitos.
Me encuentro en la playa, cambié la nieve por la arena y la verdad por más que el frío de la Patagonia tenía su encanto, prefiero mil veces el calor.
Estoy charlando con Chelsea, Emma todavía no llegó . Es lindo poder hablar con ella con tanta tranquilidad, a veces no logro entender como ella, Emma y yo somos tan amigas, porque las tres tenemos personalidades muy distintas. 
Recuerdo que cuando la conocí , con Emma se llevaban muy mal y bueno a Chelsea le comenzó a gustar un chico y la metida de mi otra amiga se interesó y comenzaron a hablar, ahora que me doy cuenta los chicos son la pasión de Emma.
Repentinamente a lo lejos veo venir caminando en dirección hacia nosotras a una chica con dos bolsas muy grandes en sus brazos.

-¿Quién será?-

-Ni idea, pero me pregunto que llevará en esas bolsas- me respondió Chels.

La joven cada vez está más cerca. Cuando llegó junto a nosotras tiro las bolsas en la arena y nos dijo:

-No me pensaban ayudar ¿no?-

-Emma Evans, no somos adivinas ni sabíamos que eras tú - le respondí abrazándola, es la primera vez que la veo desde que me fui a Argentina.

-Te extrañe, no te puedo explicar lo feo que fue pensar que estabas en otro país con un apuesto chico y yo aquí sola tomando sol, aparte cuando me enteré que te pusiste borracha me deprimí más, mi meta era verte cuando te emborracharas por primera vez y me lo perdí, Evenson tiene suerte- dijo Emma arrugando la frente.

-Por favor no me hagas recordar ese horrible momento- le dije mientras me sentaba.

-Porque traes esas bolsas- le preguntó Chels con curiosidad.

-Es parte de mi emprendimiento para juntar dinero, como las pulseras ya las vendí todas, ahora me toca vender cometas-

-Emma ¿Quién te va a comprar eso?-

-Muchas personas y si me disculpan me voy a ganar dinero- dijo sacando algunas cometas de las bolsas.

Emma se fue y decidí acercarme a la orilla. La simpleza del agua, el sonido de las olas rompiendo me trasmiten paz, podría estar siempre observándola y nunca aburrirme, esa es una de mis partes favoritas de vivir en Miami, que siempre voy a poder acercarme a mirar el mar y desconectarme de mis pensamientos.

-Qué haces?- me preguntó una voz a mi costado.

-Feliz cumpleaños ojitos- grite abrasando a la persona dueña de esa hermosa voz.

-Gracias Miss mandona, ¿apreciando el mar?-

-Si- le respondí con una sonrisa -Siempre que lo veo me trasmite una linda sensación-

-Eso es verdad, bueno cambiando de tema necesito que me hagas un favor, Anthony me va a enseñar a surfear y necesito que cuides a Barack- me dijo entregándome al perro.

-Hola bebé - le dije al perrito acariciándolo -Y no es por ofenderte pero tu dueño se parece a la secretaria Williams-

-Miss mandona no me podes comparar con ella-

-Si que puedo ojitos porque Barack se convirtió en tu Jerry-

-Me ofendes comparando a Barack con Jerry y tendrás que acostumbrarte porque este perro se convirtió en todo para mí-

Con Chelsea nos quedamos sentadas viendo cómo los chicos aprenden a Surfear, Anthony se ofreció a darle una explicación a Admes y a Noah.
Barack está investigando un poco la arena, me parece una ternura.

-Emily que tal es Anthony?- me preguntó repentinamente Chelsea, me sorprende que esté interesada en alguien, no es el tipo de chica que siempre anda a tras de uno nuevo.

Literalmente Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora