Capitulo XLII

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Las vacaciones, siguieron transcurriendo a su paso, lamentablemente es muy rápido, he aprovechado este mes para ir a la playa y pasar más tiempo con mis amigas. El mes de apoco se está terminando, eso significa que no falta tanto para que comiencen las clases, y aprovecho las calurosas noches para leer o ver películas.
Me encuentro en mi habitación, George está durmiendo en mi alfombra, estoy buscando alguna película romántica para verla por la noche.
Estuve muy mal al seleccionar la película que vi, porque el final no fue de los lindos, sino de los que te hacen llorar a lágrimas vivas, y así estoy, desbordada por las lágrimas. Decidí ir al baño a lavarme la cara, cuando salí me sorprendió ver dos llamadas perdidas de Evenson, sin dudarlo dos veces lo llame para averiguar lo que estaba sucediendo, si es de noche siempre me manda mensajes por eso me preocupa que me esté llamando, estoy segura que algo sucede.

-Emily te ruego que me ayudes, necesito que vengas a mi casa inmediatamente- me dijo con apuro al contestar, de fondo se escucha la tele llantos y ladridos.

-Admes que está pasando?- le pregunté casi gritando para que pueda escucharme.

-Emily, hace un tiempo me contaste que habías sido niñera, en este momento te necesito, solo pon un precio, yo lo pago pero ven ya a mi casa por favor-

-Admes no te pienso cobrar, ya voy- le respondí mientras me pongo los tenis.

-Por favor no tardes y gracias- dijo antes de cortar.
Casi volando baje las escaleras y busque a mi padre, se encuentra en el living viendo un documental.

-Papi necesito que me lleves inmediatamente a la casa de Admes-

Mi padre no hizo preguntas al respecto y accedió a llevarme. Estamos bajando por la calle en la que vive Admes, no tardamos casi nada en llegar, apenas estacionó el auto salí en dirección a la puerta principal. Apenas la toque se abrió de un tirón.

-Qué haria sin vos, gracias por venir- me dijo Evenson dirigiéndose a la cocina.

-Admes me podrías explicar qué pasa por favor- le pregunté siguiéndolo.

-Estos dos son lo que pasa- me respondió señalando a dos bebés que lloraban como locos.

-Admes quienes son ellos?- le pregunté tomando a uno de los bebés y acunándolo.

-Son mis primos, mis tíos viven en New York y vinieron de visita, querían que vayamos a cenar, pero cómo no consiguieron niñera me dejaron a cargo de los bebés , son un doble problema- me contó con agobio.

-Son muy bonitos, ¿cómo se llaman?- le pregunté cuando el bebé que tengo en mis brazos dejo de llorar.

-El que tienes en tus brazos es Peter- me dijo tomando al bebé que sigue acostado -Y ella es Julia, que por algún extraño motivo no deja de llorar y Emily la va a calmar- agrego haciendo un  intercambio de bebés.

-Les diste el biberón  antes de dormir?- le pregunté acercándome a un gran bolso que hay junto al cochecito doble.

-No- me respondió vacilando.

-¿Es broma Admes?, a Barack si le preparas la leche pero a estos angelitos no-

-No me critiques, cuando comenzaron a llorar entre en un estado de desesperación-

Dejamos a los mellizos en el cochecito y preparamos los biberones. Definitivamente haber visto a Evenson darle la mamadera a un bebé fue lo más tierno que vi en mi vida, se ven tan adorables, Admes tiene un hermoso bronceado y su sonrisa al ver que logro que el bebé se durmiera podría matar a cualquiera.
Por mi parte las cosas no van tan bien, Julia sigue llorando, me estoy empezando a quedar sin ideas de lo que le puede estar pasando, el pañal lo tiene bien, el chupete no lo quiere y acunarla no sirve de nada.

Literalmente Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora