Maratón 1/5

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Resumen:

5 casos en los que JC y LW conforman un caótico y lindo par... y de alguna manera terminan levantando un ejército de tortugas (secta?) A lo largo del camino.

Escrito por: JiangChengLotus

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5

Lan Xichen estaba en la biblioteca ayudando a Wei Wuxian a buscar libros que lo ayudaran a crear nuevos talismanes, cuando de repente, su hermano entró en la habitación, jadeando y luciendo un poco peor por el cansancio. Lan Xichen supo de inmediato que algo estaba mal cuando vio que la cinta de la frente de Lan Wangji estaba torcida.

— ¡Lan Zhan! — Wei Wuxian exclamó, dejando caer sus libros sobre la mesa y corriendo para abrazar a su esposo, a pesar de que Lan Xichen estaba seguro de que ya se habían visto esa mañana.

— Wangji, ¿estás bien? — Preguntó Lan Xichen, con la voz mezclada en preocupación.

Lan Wangji acomodo su cinta de la frente y asintió, pero respiraba con dificultad por la nariz.

— ¡Lan Zhan, tienes la cara muy cálida, te ves agotado! — Wei Wuxian frunció el ceño, inspeccionando a su esposo.

— Wangji, ¿corriste hasta aquí? — Lan Xichen preguntó con incredulidad porque correr estaba estrictamente prohibido y su hermano lo sabía.

Lan Wangji abrió la boca para responder, pero de repente alguien más irrumpió en la biblioteca.

Era Jiang Cheng.

Lan Xichen se asombró al descubrir que su túnica estaba empapada y su cabello estaba hacho un completo desastre. Estaba tomando grandes bocanadas de aire y tenia un ceño fruncido feroz en su rostro mientras el agua goteaba de su túnica al suelo.

Lan Xichen nunca habría hecho una comparación verbal entre su esposo y un ghoul de agua, pero...

— ¿Wanyin-?

— ¡Me empujó a La Primavera Fría! — Gritó Jiang Cheng, mirando a Lan Wangji, quien deliberadamente evitó su mirada.

Tanto Lan Xichen como Wei Wuxian se quedaron paralizados, mirando de un lado a otro entre sus hermanos, esperando que Lan Wangji refutara la afirmación de Jiang Cheng, pero la negación nunca llegó.

Lan Xichen se pellizcó el puente de la nariz mientras Wei Wuxian comenzaba a reír histéricamente como el maníaco que era. Jiang Cheng les gruñó, y Zidian estaba comenzando a soltar chispas peligrosamente en sus nudillos.

— Wangji, ¿por qué empujarías a mi esposo a La Primavera Fría? — Lan Xichen preguntó en un tono exasperado. Ciertamente, esta no era la primera vez que había sido testigo de su mezquina... ¿rivalidad? ¿Amistad?

Honestamente, no tenía idea de cómo etiquetar su relación.

Lan Wangji simplemente se encogió de hombros y Jiang Cheng dio un salto hacia él mientras Lan Xichen hacía todo lo posible por detenerlo, pero no fue una tarea fácil. Su esposo era bajo, pero definitivamente no débil.

— ¡Déjame encargarme de él! — Jiang Cheng gritó haciendo gestos de estrangulamiento hacia el hermano pequeño de Lan Xichen.

Lan Xichen suspiró de nuevo.

Lan Wangji dio un pequeño paso hacia atrás usando a Wei Wuxian, quien se había estado riendo durante todo el intercambio, como escudo.

— Tu sabes lo que hiciste. — Lan Wangji sonaba amargado.

— ¿Y qué hizo Wanyin? — Preguntó Lan Xichen, tratando de mediar en su pelea. Lan Xichen amaba mucho a su hermano y a su esposo, pero a veces, tratar con ellos era como tratar con dos niños pequeños malhumorados. Y Wei Wuxian no fue de ayuda, por supuesto.

— ¡Esto suena interesante! — Los ojos de Wei Wuxian se iluminaron mientras escuchaba con renovado interés.

Jiang Cheng guardó silencio durante unos minutos hasta que murmuró algo incomprensible.

— ¿Perdón?

— Di eso más alto A-Cheng.

— Habla fuerte.

Jiang Cheng gimió. — Bien. Para la próxima Conferencia de Discusión, hice que Huaisang pusiera a Lan Wangji en una mesa con el líder de la secta Yao en mi lugar.

Lan Wangji le dirigió una mirada gélida.

— ¡¿Por qué harías eso?! ¡Ahora también voy a tener que sentarme con el líder de la secta Yao! — Wei Wuxian gritó, levantando los brazos en el aire. — Eres tan cruel didi.

— ¡No voy a disculparme! — Jiang Cheng espetó. — Lan Huan y yo tuvimos que sentarnos a su lado en la última reunión. Es su turno.

Lan Xichen sintió que una sonrisa tiraba de sus labios. Su esposo fue realmente considerado... bueno en lo que respecta a sí mismo al menos.

— Wanyin tiene razón. — Lan Xichen trató de explicar suavemente. — Es justo, ¿verdad?

Wei Wuxian se quejó un poco más, pero finalmente terminó de acuerdo con Lan Xichen. Lan Wangji por otro lado-

Antes de que alguien pudiera registrar lo que estaba sucediendo, corría hacia Jiang Cheng, lo levantaba y lo cargaba sobre su espalda como un saco de papas, y se alejaba corriendo, con sus últimas palabras siendo "Veamos cómo te va con una cascada esta vez."

Los gritos de Jiang Cheng resonaron a través de Cloud Recesses.

Lan Xichen y Wei Wuxian se miraron durante una fracción de segundo, antes de correr tras ellos como si sus vidas (o la vida de Jiang Cheng en este caso) dependieran de ello.

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Jiang Cheng y Lan WangJi siendo BestiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora