Jiang Cheng y Lan WangJi siendo Besties

Un Intento de... ¿Asesinato?

Resumen:

Yo... no sé... realmente no lo sé.

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Honestamente, Jin Ling pensó que estaba empezando a entender cómo ser un líder de secta.

Su transición a la posición no había sido suave ni fácil por cualquier medio, pero tenía un grupo de apoyo maravilloso que consiste en su ejército de tíos, amigos cercanos, un novio demasiado entusiasta (en serio... Jin Ling ama a Zizhen, No lo malinterpreten, pero no, no se estaba preparando para atacar a nadie en este momento, y no, nunca organizaría uno contra la Secta Ouyang, y no, no necesitaba que Zizhen renunciara por completo a su secta y su apellido para luchar contra sus antiguos compañeros "todo en nombre del romance"), y leales discípulos de Jin.

Por lo general, estaba bastante ocupado, Jin Guangyao había dejado su Secta en ruinas y ahora Jin Ling estaba atascado limpiando el desorden de su difunto tío, pero siempre trataba de hacer tiempo para los demás, tal como le había enseñado su Jiujiu.

... Hablando de su Jiujiu-

- ... ¿Y ni siquiera pudiste bajar a saludarme? ¿Qué clase de sobrino eres? ¿Qué sigue? ¿También planeas saltarte mi funeral?

Jin Ling amaba a su Jiujiu. Realmente lo hace.

Repitió ese pensamiento en su mente, una y otra vez, mientras le lanzaba a su otro tío una mirada impotente, pero todo lo que Lan Wangji hizo fue parpadear lentamente en su dirección.

Jin Ling ahogó un gemido.

- Jiujiu- - Lo intentó, pero Jiang Cheng le lanzó un ceño fruncido que habría enviado a cualquier hombre (menos a Wei Wuxian) corriendo hacia las colinas.

- ¿Te crie para interrumpirme mientras hablaba? - Jiang Cheng se burló, levantando las manos en el aire, casi golpeando a Lan Wangji en la cara. - La pura audacia-

Amaba su Jiujiu. Amaba su Jiujiu. Amaba su...

- ¿Por qué están ustedes dos aquí? - Jin Ling espetó, incapaz de contenerlo. Lo había intentado y duró un minuto sólido y podía escuchar la voz de su otro tío en su mente, felicitándolo por "controlar" su temperamento, con un tono muy parecido al de Zewu-jun, sonriendo para acompañarlo.

La mandíbula de Jiang Cheng cayó ante su arrebato, pero en realidad, debería haberse acostumbrado a eso en este punto... él y su sobrino tenían un temperamento sorprendentemente similar. Su rostro se estaba poniendo rojo lentamente de ira. Jiang Cheng abrió la boca, con la intención de comenzar otra diatriba, cuando, por algún milagro de Dios, Lan Wangji finalmente intervino.

- Vinimos aquí porque necesitamos hablar contigo. - Comenzó con calma. - Es urgente.

Jin Ling asintió, pero estaba mirando a su Jiujiu con cansancio, - ¿Qué pasa?

- Tsk. Lo sabrías si respondieras a mis cartas. - Jiang Cheng todavía sonaba amargado.

Jin Ling, por otro lado, estaba confundido. Él siempre respondió a las cartas de su Jiujiu, dios no lo quiera lo haya olvidando.

- ¿Qué cartas-? - Jin Ling comenzó, cuando de repente uno de sus discípulos subió corriendo las escaleras. Jiang Cheng y Lan Wangji se separaron para dejarlo pasar.

- Maestro Jin, - se inclinó y agitó algunos papeles en sus manos. - Estas cartas de la Secta Jiang acaban de llegar.

- ...