Jiang Cheng y Lan WangJi siendo Besties

Intercambio

Jiang Cheng no tenía el sueño pesado, de ninguna manera.

Así que esa mañana, cuando sintió que unos dedos fríos le recorrían la mejilla, sus ojos empezaron a parpadear inmediatamente. Y su visión, todavía borrosa y deformada por el sueño, solo registró piel pálida, cabello oscuro y una cinta impecable en la frente, y eso fue más que suficiente para que se relajara.

Entonces, Jiang Cheng se inclinó hacia adelante, con la intención de acercarse a la distancia entre él y su prometido. Sus bocas estaban apenas a centímetros de distancia hasta que de repente, su somnolencia desapareció y se dio cuenta de que en realidad no estaba en la cama con Lan Xichen en ese momento. Además, la persona frente a él no era otra que...

Jiang Cheng se agitó tirando de su cabeza hacia atrás con fuerza exacerbada, arrojándose fuera de la cama, una cama que no era suya, al suelo, y al mismo tiempo dandose cuenta de que estaba en el Jingshi, que era de su estúpido cuñado, casi se mata y-

Casi s-se-

Jiang Cheng se llevó violentamente la palma a la boca para evitar las arcadas. Estaba seguro de que su rostro se estaba poniendo verde...

— ...¿Estás bien? — Lan Wangji también se había deslizado inmediatamente de la cama, y ​​Jiang Cheng tuvo que agradecer a los dioses que estaban en quien sabe donde el hecho de estar vestido. Lan Wangji se agachó para que él y Jiang Cheng estuvieran al nivel de los ojos. Lan tenía una mirada tierna y preocupada en sus ojos y Jiang Cheng se preguntó si estaba alucinando o si realmente estaba atrapado en una terrible pesadilla.

— ¿S-soy yo...? — Jiang Cheng estaba demasiado distraído al asustarse por el incidente anterior como para notar que su propia voz era al menos un cuarto de octava más alta de lo habitual. — ¿Estoy bien? ¿Acabamos de despertarnos juntos? ¡¿Casi nos-?!

La palma estaba nuevamente sobre su boca con fuerza renovada cuando Jiang Cheng reprimió una reacción aún más violenta. Sintió que necesitaba un baño. Inmediatamente.

Pero Lan Wangji, el bastardo, parecía completamente confundido; bueno, en el exterior, para cualquier otro espectador, su rostro se habría visto en blanco y sereno, pero Jiang Cheng sabía demasiado bien lo que transmitía el parpadeo revelador en sus ojos. Su boca estaba ligeramente hacia abajo, formando un pequeño ceño fruncido.

Y honestamente, Jiang Cheng se habría sentido mal por el Lan si, uno, no estuviera teniendo una crisis propia en este momento, y dos, lo haría si fuera una persona más amable... pero ninguna de esas cosas iba a suceder, de ninguna manera, así que-

— Wei Ying...

Jiang Cheng se tensó y luego lo miró con los ojos entrecerrados.

— ... ¿Cómo me acabas de llamar? — Su voz era peligrosamente baja.

Lan Wangji parecía aún más angustiado, pero estaba haciendo todo lo posible para que no se notara. — ... ¿Wei Ying...? — Repitió lentamente, como si no estuviera seguro.

Jiang Cheng parpadeó una vez.

Parpadeó dos veces.

Respiró hondo por la nariz y se incorporó, caminando rígidamente hacia el baño. Encontró la tina de agua que los discípulos de Lan debían haber traído esa misma mañana, el agua aún estaba caliente por un talismán calefactor, y luego respiró hondo.

Jiang Cheng miró hacia el agua y dejó escapar un grito espeluznante cuando el rostro de Wei Wuxian lo saludó en su reflejo.

Lan Wangji corrió al baño y se encontró con, lo que él pensó que era, la inquietante visión de su esposo tirándose del cabello y gritando cosas vulgares sobre... ¿él mismo...?