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Desde ese momento en adelante, Jake y Heeseung habían estado "haciendo bebés" todas las noches, sin falta alguna. Se podría decir que ambos estaban muy comprometidos con la nueva meta, pero la verdad es que en partes iguales disfrutaban estando juntos, por lo que no lo sentían como una presión en realidad.

Como siempre, durante la semana sus tiempos eran nulos y las ganas de verse aumentaban para el fin de semana. Heeseung se encargaba de tener una que otra sorpresa para su esposo los viernes por la noche, y Jaeyun lo despertaba con desayuno a la cama y una sesión de besos que por lo general acababa en algo más.

Sin embargo, aquellos días de mimos y arrumacos estaban por tener una pausa.

—Cinco días es demasiado, Jake. ¿Por qué no puedo ir contigo? — Se quejaba un Heeseung con voz bastante infantil luego de enterarse del viaje de su esposo fuera de Seúl.

—Porque eres CEO de una empresa, debes velar por el buen funcionamiento. Además, yo no voy de vacaciones, Seung. Pasaré de reunión en reunión y ni siquiera tendremos tiempo para pasar juntos.

—Pero podríamos dormir juntos. Ya sabes que detesto dormir solo.

—Para eso te he regalado un cachorro, estoy seguro de que Noodle estará más que feliz de dormir junto a ti en la cama. — Heeseung gruñe, ayudándole luego a su esposo a bajar la maleta que se llevaba para sus días lejos de casa.

—¿Ni siquiera puedo ir a dejarte al aeropuerto?

—¿No me has dicho que tenías una reunión dentro de treinta minutos? — Jaeyun mira a su esposo con una ceja alzada. — Sunghoon, lleva mi maleta al auto, por favor. Iré enseguida. — El asistente del chico hizo lo pedido y llevó la maleta hasta su vehículo, mientras Jaeyun se volteaba hacia Heeseung y le ordenaba las solapas de su traje. — Serán solo cinco días, tú soluciona tus pendientes, adelanta reuniones durante el tiempo que no estoy y así podemos darnos un día libre a mi regreso, ¿Qué dices? Pasará rápido, te lo prometo. No seas un niño chiquito, cumple tus deberes y no hagas enojar a padre. — Jaeyun se empina para besar los labios del alto, mostrándole una amplia sonrisa porque en el fondo adoraba esa actitud de su esposo.

—Y para variar te vas con Park Sunghoon, confío en que hayan rentado cuartos por separado. — La sonrisa de Jaeyun titubea, y sonríe de forma forzada de medio lado antes de alejarse de Heeseung.

—Por supuesto que sí. Deja de ser un celoso, ya me tengo que ir. — Heeseung asiente y se acerca al más bajo para poder besarlo otra vez a modo de despedida, evitando hacer un nuevo berrinche por tener que quedarse solo en casa.

— Nos vemos en unos días.

—Buen viaje. — Finaliza Heeseung,despidiéndose del menor en la puerta de la casa y suspirando cuando el asistente de su esposo arranca el vehículo.

Jamás le había caído bien Sunghoon.

Al terminar de lamentarse por la actual situación, se asegura de que su cachorro tuviese agua y comida antes de salir de casa rumbo a la oficina a cumplir con su deber. Jisung, su asistente, se apresura en ponerse de pie de su escritorio apenas lo ve y a darle los deberes de ese día, añadiendo que la directiva ya estaba en la sala de reuniones esperando por él.

Heeseung asintió al comprobar que aún quedaban diez minutos para la reunión, le gustaba la puntualidad en el resto y sus socios lo sabían.

Entró a su oficina y buscó su laptop donde tenía la presentación de esa ocasión. Los nuevos diseños que había digitalizado estaban dispuestos a ser mostrados en tres dimensiones gracias a la tecnología, dando a los socios una mayor perspectiva de lo que sería el lanzamiento de vehículos de la nueva temporada.

𝗰𝗮𝗰𝘁𝘂𝘀 𝗻𝗱' 𝗯𝗮𝗹𝗹𝗼𝗻𝘀 ▪︎ 𝙝𝙚𝙚𝙨𝙪𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora