𝗰𝗮𝗰𝘁𝘂𝘀 𝗻𝗱' 𝗯𝗮𝗹𝗹𝗼𝗻𝘀 ▪︎ 𝙝𝙚𝙚𝙨𝙪𝙣

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El primer cumpleaños de Seungki estaba a tan solo unos días, y Heeseung había colaborado con Geonu en comprar las cosas para adornar la casa y comida para ese día, queriendo participar activamente en el primer cumpleaños de su hijo.

Incluso Sunoo había ayudado a elegir algunas cosas cuando salía a comprar con Heeseung, decidiendo que Seungki debía usar una corona de príncipe para ser el centro de atención ese día. A pesar de que lo había conversado con Geonu y éste había accedido a que Sunoo estuviera presente en el cumpleaños, éste último había decidido optar por lo sano y no asistir, asegurándole a Heeseung que estaría bien en casa y que no deseaba hacer incómoda la situación, sabiendo que su ahora esposo estaría preocupado del posible contacto que Geonu y él tuvieran, sabiendo de sobra que no se agradaban el uno al otro.

—¿Seguro que no quieres acompañarme? No tiene por qué volverse una situación incómoda. —Heeseung preguntó una vez más con esperanza, pero el menor solo negó abrazándose a su cuello.

—Estaré esperándote aquí. Ve y disfruta mucho con Seungki, ¿Sí? Dale un beso de mi parte. —lo besó en los labios con suavidad, dedicándole una sincera sonrisa. — Te amo, esposo. Vuelve temprano.

—Te amo, no me extrañes mucho. —Sunoo ríe por su comentario, recibiendo un último beso antes de verlo marchar del penthouse.

Heeseung no estaba muy convencido de ir sin Sunoo, pues sabía que Seungki lo quería. Pero tampoco deseaba obligar a su esposo a realizar actos que no deseaba, si él se sentía mejor quedándose en casa, Heeseung lo respetaba.

Cuando llegó a la casa de Geonu se sorprendió de ver grandes adornos de globos en el antejardín, sin duda no sería un cumpleaños pequeño como había dicho en un principio. Heeseung supo que había llegado a tiempo cuando su vehículo y otro más eran los únicos del lugar, llamando a la puerta para ser recibido por Sangwon.

—Hyung, bienvenido. Geonu está cambiándose ropa y Seungki intentando robarse las galletas, adelante. — Heeseung rió por el panorama ofrecido por Sangwon, ingresando a la casa luego de estrecharle la mano.

—Su afición por lo dulce lo sacó a Geonu, yo prefiero lo salado.

—También he tenido que luchar con él para que no se termine los cupcakes. —suspiró el menor y luego ambos rieron, viendo a Seungki parado junto a la mesa, afirmado de una silla e intentando arrebatar el plato de galletas que estaba encima.

Heeseung se acercó a él y lo tomó en brazos, abrazándolo y recibiendo los besos de su hijo que eran tan babosos como siempre.

—Feliz cumpleaños, campeón. —su regalo había consistido hace unos días en un auto de juguete en donde el menor podía montarse y andar por su cuenta, sin poder aguantarse al cumpleaños en sí para darle el presente.— ¿Falta algo en lo que pueda ayudar, Sangwon?

—Uhm, creo que falta llevar los vasos y bebidas al jardín. —le dijo el menor, Heeseung asintió y lo siguió a la cocina, escuchando los pasos de Geonu quien pronto se les unió.

— Hola, Heeseung. ¿Sunoo no vino?

—Finalmente decidió no venir. —Respondió el mayor de todos, dándole a Seungki para poder ayudar a Sangwon a trasladar las cosas, terminando en poco tiempo justo cuando los primeros invitados comenzaban a llegar.

Los niños que habían asistido consistían en amigos de Seungki de la guardería, algunos hijos de los amigos de Geonu y Sangwon y de él mismo de la empresa. Lo que no obtuvo por ambas partes fueron familiares. Pues Heeseung no había conseguido que su padre conociera a Seungki y la familia de Geonu era de China. Sin embargo, Heeseung estuvo tranquilo cuando vio a su pequeño divertirse con los espectáculos que los animadores del cumpleaños organizaban y con la comida y amigos que compartían con él.