Para Heeseung no había sido muy fácil, porque deseaba estar con Sunoo a cada momento del día. Sin embargo, no desaprovechaba la oportunidad de enviarle mensajes recordándole que seguía enamorado de él y que lo seguiría estando, con la esperanza de que su pequeño esposo recibiera todo el amor que merecía en ese estado y en cualquier otro.Lo había acompañado a un control hasta ese momento, asegurándose de llevar muffins de arándanos para Sunoo, quien sentía ganas de comerse no solo el dulce, sino también a Heeseung a besos por ser tan cariñoso y detallista con él. El corazón de Sunoo se ablandaba cada vez que se veían, su embarazo había cambiado las cosas para bien, a pesar de que no se veían, hablaban a diario para conversar sobre sus nuevos síntomas y cosas parecidas, sobre las citas que seguían y el qué cosas se supone que el bebé iba desarrollando en su vientre según las semanas de gestación. También, el mayor de ambos le decía siempre que estaba seguro de que las cosas mejorarían algún día, que a pesar de todo lo que habían pasado, llegaría el momento en el cual volverían a ser una familia, ahora en compañía del bebé.
Se habían preocupado de armar habitaciones para el nuevo integrante, aunque Heeseung insistió en que, en el penthouse, el nuevo bebé debería compartir habitación con Seungki para que se hicieran cercanos. Quería que fueran hermanos unidos y era la mejor opción que se le ocurría.
-¿Ya se va, señor Lee? – Heeseung alzó la vista cuando Jisung habló desde la puerta de su oficina, mostrándole la bolsa de papel con su pedido.
-Sí, Jisung. Muchas gracias por eso, no alcanzaba a pasar a la pastelería.
- Se puso de pie y arregló su ropa, sonriendo luego y soltando un suspiro. Que comiencen las apuestas.
- No debería apostar sobre el sexo de su futuro bebé, señor.
- No seas aguafiestas, me gusta ver cómo todos discuten por eso. - Se rió el más alto, dándole a su asistente el dinero equivalente al precio de los muffins esta vez de chocolate, despidiéndose y marchándose después.
Era una ecografía especial. El Doctor había dicho en la anterior que, si el bebé lo permitía, era en un noventa por ciento seguro que conocieran el sexo del bebé. A Heeseung le aterraba que ese diez por ciento restante significara encontrarse con una sorpresa el día del parto, no podía imaginarse a su bebé varón vestido con cosas rosas o viceversa. Para Sunoo no era tan trágico, para él no había relevancia en el color de la ropa o los juguetes, solo estaba entusiasmado por conocer el sexo del pequeño para poder seguir comprando cosas.
Esta vez Heeseung tomó un vehículo distinto. Una camioneta cerrada de dos cabinas y un maletero amplio, de color plateado por fuera y asientos forrados de cuero negro. Como detalle, añadió sobre el tablero un peluche de cachorro idéntico a Noddle. Condujo con una sonrisa pintada en los labios hasta la oficina de Sunoo, esperando cinco minutos antes de la hora acordada a que su pequeño esposo apareciera, teniendo que llamar su atención con un toque a la bocina para que supiera que se trataba de él. El pequeño, con un vientre apenas curvado a sus seis meses, lo miró con una ceja alzada mientras abría la puerta de copiloto y se subía, plasmando una amplia sonrisa cuando ve la bolsa de papel con los dulces, sin perder tiempo en sacar un trozo para probarlo.
- Chocolate...
- Sí, chocolate. Abróchate el cinturón. - pidió el más alto, Sunoo obedeció y masticó rápidamente para poder hablar.
- No pensé que estos autos fueran tu estilo.
-No lo es, pero sí lo es del tuyo.
Sunoo siguió mirándolo sin comprender.
- Es mi regalo para ti, jamás te di un regalo de bodas y era tiempo. Necesitarás un vehículo para transportarte más cómodamente con el bebé, yo estaré más tranquilo al pensar que no necesitarás transporte público.
- Pero.. - el menor estaba impactado, no se lo había esperado. Heeseung siempre le habló de regalarle un vehículo, pero jamás pensó que en verdad ocurriría. Sabía que no le había costado ni un peso porque eran beneficios de ser el CEO de una empresa automotriz, solo por eso no hizo un escándalo por el derroche de dinero. -Ni siquiera sé conducir.
- Eso podemos arreglarlo, te daré algunas clases y estarás listo. No es nada de otro mundo.
- No dejarás que ponga excusas para no utilizarlo, ¿Verdad?
- Nop.
- Lo suponía. Acelera que vamos tarde.
Sunoo se rindió, dejando que Heeseung condujera hasta la consulta médica mientras él comía sus pasteles. Al llegar, subieron juntos por el elevador hablando de cualquier cosa, apenas dieron aviso de su presencia en la recepción, no tardaron demasiado en hacerlos pasar a la pequeña consulta, reuniéndose con Doctor, quien era el médico a cargo de Sunoo. Como siempre, lo primero fue subirlo a la balanza y reírse de las muecas de desagrado que Sunoo hacían al descubrir que había subido un kilo más. El médico preguntó sobre sus síntomas para asegurarse de que los malestares del primer trimestre habían cesado por completo, si habían aparecido algunos en el segundo trimestre o si había algunos nuevos.
- Por lo general los últimos tres meses no tienen demasiados síntomas, no necesitas más de los problemas que ya tendrás. Pies hinchados, dolores de espalda, problemas para dormir... Ahí tendrá Heeseung que jugar papel importante para ayudarte.
Ambos se miraron por unos segundos, sonriéndose y sin decir nada, pues el Doctor no estaba al tanto de que no vivían juntos. Luego, Sunoo fue levado a la camilla de siempre, en donde alzó su camiseta y desabrochó su pantalón lo necesario para que el ecógrafo pudiese pasar sin complicaciones por todo su vientre. Heeseung se sentó a su lado, mirando la pantalla en blanco y negro con completa concentración hasta que las primeras imágenes comenzaron a aparecer.
-Ahí está, muy enérgico. -dice el Doctor apuntando para que ambos padres pudiesen ubicarse. - Ahí están sus pies, sus manos... parece bien con su cráneo. - comentó mientras tomaba las medidas respectivas y las guardaba en el archivo. - Está midiendo treinta centímetros, al límite según sus semanas, pero vamos muy bien, y... Sunoo, me temo que tu bebé solo te añade seiscientos gramos de peso, el resto es todo tuyo.
- Debo dejar los pasteles... - Sunoo dijo un mohín, haciendo reír a los dos mayores.
- Ah, aquí estamos. ¿Quieren saber entonces el sexo? - ambos asintieron frenéticamente, mientras el médico movía un poco más el ecógrafo hasta obtener una visión más clara. - Felicitaciones a ambos, viene una niña a sus vidas.
- Oh, Dios... Es una niña, Hees. - dijo Sunoo emocionado, sonriendo ampliamente al igual que Heeseung, quien tomó su mano y la besó repetidas veces.
- Justo lo que queríamos, bebé. La princesa de papá. - Heeseung añadió emocionado, pudiendo imaginar desde ya una vida junto a la pequeña y Seungki, quien sería el hermano mayor que tendría que cuidarla. Mientras ambos compartían su emoción, el médico dejó oír en la sala los latidos del corazón del bebé, provocando que ambos volvieran a mirarse entre sí, con una mirada cargada de amor que, si bien para ellos pasaba desapercibida el médico fue perfectamente capaz de notarlo.
- Los dejaré a solas, aquí están las fotos y los registros. Puedes agendar la hora del mes siguiente en el mesón como siempre. Felicitaciones nuevamente, chicos.
Ambos agradecieron al Doctor antes de que se marchara, Heeseung tomando unas toallas de papel para limpiar el gel del vientre de su esposo, acercándose un poco para poder hablarle a su bebé. -Te estamos esperando con ansias, princesa. Por favor sigue creciendo bien como hasta ahora.
Heeseung miró a Sunoo cuando acarició el cabello, dedicándole una sonrisa de esas sinceras que hace tiempo no le veía hacia él.
- Quiero llamarla Sarang... Siempre me dijeron que fue el nombre de mi madre, y aunque no la conocí, sé que ella quiso lo mejor para mí al dejarme en ese hogar. Y lo tengo, justamente ahora estoy teniendo lo mejor de mi vida. Heeseung suspiró y asintió, estando de acuerdo con el nombre y acercándose para besar a Sunoo en la mejilla.
- Sarang será. Vamos a casa, cena conmigo esta noche, ¿Quieres?
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𝗰𝗮𝗰𝘁𝘂𝘀 𝗻𝗱' 𝗯𝗮𝗹𝗹𝗼𝗻𝘀 ▪︎ 𝙝𝙚𝙚𝙨𝙪𝙣
FanfictionHeeseung le había sido fiel a Jake durante todo su matrimonio, por ese motivo no comprendía los celos que él tenía hacia su relación con quien había sido su mejor amigo durante mucho tiempo: Kim Sunoo. De un día para otro el matrimonio de Heeseung s...