Piezas del pasado.

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Por un segundo creí que la había recuperado, que todo seguiría su rumbo normal y al final todo había sido una mala broma o una pesadilla. Pero no. Sin embargo ahora tenía algo muy en claro, Jessica estaba viva y no quería ser descubierta, así que le daría el tiempo necesario para mostrarse. Sin embargo esto no implicaría que no fuese a buscarla.

Si no quiere ser descubierta, ha de ser por una razón que viene con el mismo apellido: Forks. ¿Pero...? ¿Qué tal si buscaba una forma de convencer a Violet y Greyson de que la dejasen en paz? Y si no accedían, en el peor de los casos, los mataría. Así de simple.

Volví a Reymont Clow insatisfecho pero algo feliz. Quería alguna teoría o respuesta y solo había una persona capaz de darme la respuesta.

¡ETHAN! ¡ETHAN! -grité al ver al tipo caminar con su maletín hacia la biblioteca-

¿Eron? ¿Sucede algo? -se volteó y miró a los lados asegurándose-

Tengo una pregunta algo extraña... ehmm... ¿Crees en la reencarnación o resurrección? -hice un gesto chistoso con miedo a escuchar su respuesta o que hiciera muchas preguntas-

Bueno... si ¿Por qué lo preguntas? -se quitó los sus lentes-

Creo haber visto algo... no estoy seguro, pero juraría haber visto a Jessica -nuevamente lo miré esperando ver su expresión-

El tipo solo inhalo y casi de inmediato exhaló.

Escucha, sé que esto ha sido difícil, pero oye... ya ha pasado algún tiempo ¿No crees que de haber alguna manera, ya se nos hubiera presentado? Y si me disculpas, voy al salón -me dio una palmada por el hombro y se marchó sin dejarme decir palabra alguna-

Sé lo que vi. Sé que era ella -dije en mi cabeza-

Fui a mi habitación y en la soledad de mi cuarto saqué mi teléfono y marqué.

¿Hola?

¿Hola? ¿Lety? ¿Oye, qué día es el baile del que me hablaste?

Este viernes ¿vendrás?

Prepara la champaña, allí estaré.

Colgué el teléfono y por alguna razón sentí una fuerte emoción. Tenía la certeza de que todo podía cambiar.

Escuché la puerta de la habitación abrirse, así que corrí a cerrar la de mi cuarto despacio. No había un solo ruido, solo escuchaba pasos y algunas cosas caer.

¡Mierda! -alguien se quejó-

Suponiendo que eran mis dos puñales que se hacían pasar por compañeros de habitación, salí en mi modo bestial. Básicamente fui de cuclillas y al estar en un borde del pasillo me asomé. Solo era uno de ellos, pero había tirado algunas de sus cosas y estaba agachado recogiéndolas.

Despacio caminé hacia él y cuando estaba listo para atacar se volteó.

¡AHHHHHH! -gritó-

Me asusté y noté que no era ninguno de ellos, así que me volteé rápido esperando que no notara nada extraño.

¿Quién demonios eres tú? -pregunté de espaldas-

Mi nombre es Rhydian, y siento decirlo, pero necesitas un corte de uñas amigo -cerré mis ojos, respiré profundo y mis atributos sobrenaturales se marcharon-

¿Y qué haces tú aquí "Rhydian"? -me giré y me crucé de brazos-

Mi tío le habló a mis padres de este colegio, así que me hicieron un traslado aquí para terminar mi último año -comentó-

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora