Ponte en mis zapatos.

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El chico se movió de mi lado de una forma rápida y se recostó al mueble donde estaba el fregadero.

Déjame explicarte Eron... luego sacarás tus propias conclusiones -me puse de pie y me acerqué a él llevando mi mano a su mejilla- no estaría de más decir que esto es algo difícil de decir, así que te pido que me escuches -entonces sin más, empecé desde aquel día. Eran recuerdos tan frescos, que aún parecía haber sido ayer-

¿Ainoha? ¿Irás a la fiesta? -me acerqué a ella despacio mientras aún se maquillaba-

¿Qué? ¿Ahora planeas hablarme? -me miró por el reflejo del espejo-

Ainoha... ya basta, creo que es tiempo de superar esto -me crucé de brazos-

¿Superar qué? ¿El hecho qué me dejarás en vergüenza delante de la escuela? ¡Por favor Zoey! Una disculpa no bastará para lo que me hiciste pasar... -la chica se volteó con evidente enojo-

¡No! Mira... no quise que las cosas fueran de esa forma, yo no sabía que Jaroth también salía contigo -intenté excusarme-

¿Y era necesario correr al terminar el juego y besarlo? -reclamó-

¡Ainoha! ¡Escúchate! ¡Ya te lo dije! ¡Yo no sabía que ustedes también salían! ¿Qué pretendías? ¿Qué lo adivinara? -ya habían pasado 2 semanas desde eso y no quería que las cosas estuvieran mal entre nosotras-

¡Ajá! ¡Muy bien! ¿Sucede eso y 3 días después das la prueba para ser co-capitana de las animadoras? -mis planes no eran discutir, peor tampoco podía permitir que me gritara solo porque si-

¡Fue tu maldita idea que estuviéramos juntas en el equipo de animadoras! -grité-

Si... así fue Zoey... pero eso fue cuando quería tenerte cerca -sus ojos se fijaron directo en los míos y debo decirlo, fue un golpe fuerte que dijera esto- y por cierto, ¡Felicidades! Te quedas con el chico y con el lugar de capitana -se dio la vuelta y siguió con su maquillaje-

¿Qué? ¿De qué hablas? ¡Ese es tu puesto! -frunció el ceño esperando una explicación-

Lo era... pero ya que aparentemente quieres tomar todo lo mío, te voy a ceder el lugar -dijo en seco-

¡ERES INCREÍBLE! ¡DEJA DE HACER ESTOS BERRINCHES POR NADA! -me dirigí a la puerta- la verdad tenía un concepto distinto de ti. Creí que eras más maduras y esperaba más de ti -me dirigí a mi habitación-

No sabía cómo sentirme. Tenía una mezcla de sentimientos que no podía explicar, sentía un gran enojo y tristeza, pero al mismo tiempo sentía un gran rencor por ser tan egoísta.

Y bueno. Quizá si fue injusto que me quedara con Jaroth; pero nadie, ni siquiera ella me comentó algo sobre el. Pero una semana después de lo sucedido Jaroth me buscó, y me quiso explicar que yo siempre le gusté, y que aún saliendo con Ainoha se dio cuenta que yo era a quien quería. Tampoco soy un monstruo por darle una oportunidad, después de todo el me buscó a mi, no al revés.

El timbre sonó, así que fui a abrir para encontrarme con Lyla.

¿Lista para festejar? -dijo con una enorme sonrisa que se apagó al notar mi rostro- ¿Qué sucede? -me di la vuelta y caminé- ¿Intentaste hablar con Ainoha cierto? -dijo después de cerrar la puerta y seguirme-

¡Es que es injusto que siga molesta por algo que no fue mi culpa! -intentaba respirar lo más profundo para no llorar y que no se corriera mi maquillaje-

Zo... debes entenderla, también fue en parte una humillación para ella cuando lo besaste -entramos a mi habitación y me tiré a la cama-

Pero tú lo sabías -la miré-

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora