Los Fork.

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Esta perra se mueve muy rápido, ¡Apresúrate! -mientras corríamos, Aqua me miró sobre su hombro-

¿Por qué demonios no esperamos que se detenga y entonces vamos por ella? -me detuve-

-Aqua también se detuvo, y volvió hacia mi- ¿Quieres mi ayuda o no? Porque si es así, haremos las cosas a mi modo.

Espera, espera... ¡Nos ubicaremos! ¡Tu viniste aquí, a mi hogar, y atacaste a mi minion! ¡Fuiste tú la que me ofreció ayuda, yo no te la pedí! ¡Así que creo que las cosas van a cambiar, si tú quieres mi ayuda, haremos las cosas a mi modo! -pasé a su lado golpeando su hombro-

¡Está más adelante! -dijo en voz alta- Se detuvo en la calle Hollingsworth. -me volteé con una cara de sorpresa- ¿La mansión de los Fork?

No lo sé, tú dime, es tu "hogar". -entonces con una sonrisa burlona pasó a mi lado-

El lugar se encontraba a unas 7 u 8 cuadras, donde se dividían las clases de Palmer Oaks entre pobres, clase media, para luego recordarnos donde vivían los presumidos ricachones. Como algo evidente, entre ellos estaba la mansión con su enorme vivero.

Con algo de ayuda del cristal abrí un pasillo de oscuridad que nos llevó hasta el enorme portón de la lujosa mansión.

¿Qué dice el localizador? -pregunté a la chica-

Según esto, ella sigue aquí, pero yo no veo a nadie. -comentó la chica que no dejaba de ver la pantalla-

¿Aqua...? ¿El localizador que le pusiste era pequeño y con una pequeña luz azul parpadeante? -dije temerosa-

Si ¿Por? -dijo sin preocupación alguna, como siempre, esa era Aqua-

Creo que lo encontré, pero no está en ella. -señalé el pequeño aparato en media calle-

¡Mierda! La perra es astuta. -la chica se enfureció como nunca antes, luego caminó hacia el portón y lo empezó a patear y a mover de forma brusca-

¡Oye! ¡Oye! ¿Qué demonios quieres conseguir? ¿Qué nos arresten? -la tomé por los hombros y la alejé de los barrotes- Hay otra formas de entrar.

¿Si? A ver ¿Cuáles? -dijo alterada levantando sus brazos-

Sé que no eres la más observadora, pero si te diste cuenta que llegamos aquí al pasar un portal de oscuridad ¿Cierto? -la miré con una ceja arqueada-

Con un chasquido de dedos apareció delante de nosotras el pasillo de oscuridad que nos llevó dentro de la propiedad.

¿Qué te hace creer que entró aquí? -susurré-

Mansión grande de gente rica, hay muchas probabilidades de que haya seguridad hasta debajo de las rocas. Además es un poco curioso que el rastreador estuviera en la calle frente a la mansión. -sin siquiera dar un aviso, se marchó-

Lista... -moví mi cabeza ligera y rápidamente hacia un lado mientras mi ceja se arqueaba y un pequeño puchero se hacía visible en mi boca-

Pasados unos segundos, fui tras la chica.

Vaya, esta gente podría tener un parque temático aquí. -comentó la chica al ver el extenso patio delantero-

Y no haz visto nada aún. -dije-

¿Ya haz estado aquí antes? -nos agachamos y caminamos entre los arbustos y árboles que rodeaban la casa-

Una vez. Para una fiesta en su vivero. -susurré mientras miraba de lado a lado-

¿Una fiesta? ¿En un vivero? ¿En serio? -preguntó de forma burlona-

Míralo por ti misma. -me adelanté a ella y me puse de pie-

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora