No puedes romper lo que ya está roto.

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Sigue con vida... ¡Sigue con vida! -Alexis me miró con sus ojos bien abiertos- déjenmela, con gusto haré el trabajo sucio -tomó una roca del suelo y estaba lista para irse sobre Decoria-

¡Aguarda! -interpuse mi mano- escuchemos lo que tiene que decir

Alexis y Ainoha agarraron a Decoria a la fuerza sosteniendo sus brazos en su espalda. Alina la obligó arrodillarse, y de esa misma forma me puse en cuclillas para mirarla a la cara.

¿Eres tú realmente? -miré directo a sus ojos-

Por supuesto que lo soy -dijo entre jadeos-

Permíteme comprobar -la sonrisa de Alexis reflejaba no solo maldad, si no represalia-

La chica tomó una roca, la más filosa que encontró y cortó su hombro. Ella emitió un chillido de dolor y sangre empezó a salir.

¿Qué más necesitan? ¿Atravesarme con hierro hirviendo? ¿Mi corazón? -estaba molesta, y mi pregunta era ¿Por qué no usaba sus poderes?-

La idea del corazón no estaría nada mal, yo me sacrifico por el grupo para sacarlo -por supuesto un comentario así no podía venir de nadie más que Alexis-

¿Cómo saliste de Downtown? Vimos todo derrumbarse y tú estabas allí, no había escapatoria... ¿Cómo saliste? -esta vez no confiaría tan fácil en ella-

Prefirió mantener su silencio.

Ahhh... ¿No quieres contestar? -me levanté- ¡Alexis! -la miré haciéndole saber que podía hacer lo que quisiera-

En realidad los engañé... mi intención nunca fue destruir los cristales -sonó agotada-

¡Lo sabía! Eres una perrita embustera... -las manos de Alexis tomaron el rostro de Decoria y la forzaron a mirarla a los ojos-

¡ALEX! -grité-

La chica la liberó.

Dime, ¿Qué fue lo que sucedió? -mi ceño se mantenía fruncido-

Después de recitar el hechizo de liberación, intenté revertirlo, creí que sería algo sencillo... pero estaba muy errada, no era tan fácil revertir magia tan fuerte. Los pilares se destruyeron junto con los cristales, lo único que quedó de ellos fue un pequeño tronco donde solía estar cada uno, los espíritus humanos reaparecieron, pero pronto se esfumaron como el polvo, la mitad del poder de las bestias que yacía en las rocas regresó a su respectivo animal, una vez más eran uno solo, ya no estaban distorsionados, eran de carne y hueso como cuando Midas los creó. -ella parecía estar quedándose dormida, pero intentaba mantenerse despierta todo el tiempo posible- Lo que realmente no me esperaba era ver a mi padre de nuevo, él entró a la habitación molesto, su único deseo era acabar con las bestias, intenté combatirlo, pero su poder iba más allá del mío, ordené a los enormes animales ayudar y fue cuando él optó por usar su as bajo la manga, varias figuras mágicas se crearon en el aire, todas se abrieron como puertas mágicas dándole a salida a entes, todos poseían magia muy fuerte. Las 6 bestias estaban de mi lado, pero no era suficiente, por suerte decidí quedarme con el Intra Lapis, regresé al centro de la habitación y empecé a recitar el hechizo que Midas utilizó al crear los cristales, pero yo no había contado con algo... Downtown estaba dentro de un bucle de tiempo, la magia no podía salir de allí para tomar la fuerza de la naturaleza. El poder iba en dirección a Ares, sin embargo un escudo lo protegió, la otra fuente de magia más grande de ese lugar era yo misma. Los poderes de los viejos cristales que habitaban en mi cuerpo me fueron arrebatados por completo. Pero aún faltaba algo, faltaba poder dentro de las rocas nuevas, la magia tomó el poder de algunos de los ayudantes de mi padre y los puso dentro de los Cristales Domum; Temía por las bestias, así que ligué una vez más sus poderes a los Cristales Ferox. Molesto por lo que había hecho, Ares creó un portal debajo, caí junto con los animales, cruzamos varias dimensiones, así que aprovechando el único poder que me quedaba de manipular el cristal madre, me envolví en un capullo hasta que Aella batió sus alas y logró desviarnos hasta este lugar... sabía que se trataba de Palmer Oaks, conocía el lago, estaba cerca de la cabaña de Julius, la única forma de traerlos hasta aquí era con las luces

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora