La cura del dolor es el olvido.

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¿¡Cómo pudiste Marcus!? ¡Era nuestro hijo! ¡Tu propia sangre! -gritó mi madre en medio del llanto-

Tranquila, por favor cálmate -Ethan intentaba calmarla-

¡Suéltame! -mi madre se movía para ser liberada- ¡Suéltame! -el profesor se negaba a soltarla-

Está diciendo que la sueltes -Decoria tomó el brazo de Ethan y lo miró a los ojos directamente-

Fue como si Zoey se lo hubiese pedido con su hipnosis. El tipo de inmediato soltó a mi madre y está se fue sobre mi padre y empezó a golpearlo.

¡Nunca te lo perdonaré! ¡Nunca Marcus! -gritaba una y otra vez con cada golpe que le daba-

El hombre no hacía fuerza alguna para oponerse y recibía cada golpe como un merecido castigo.

Christina me miró, sus ojos habían cambiado. Quizá no podía usar su poder para controlar la tierra, pero había olvidado su lado salvaje. Noté como poco a poco su respiración iba acelerándose, el rostro de dolor me afirmaba lo poco que está chica había cambiado a su forma bestial, ya que me sucedía algo similar con el dolor cuando crecían las garras y los dientes.

Decoria se puso de pie al ver el desastre y se colocó en medio de la habitación.

Mitescere et oblitus -pronunció la chica dando un aplauso por encima de su cabeza desprendiendo una onda en toda la habitación-

¿Qué demonios...? -dije antes de que mis ojos se cerraran-

Al abrirlos tenía una extraña sensación, sentía que había sido un parpadeo de un largo plazo. Debía ser mi imaginación por el cansancio, ya había jugado con mi mente en la ducha y ahora esto.

Ahora vivimos más allá de un mundo común, corriente y normal. Estoy seguro... ¡Sé qué hay formas de arreglar este error! -todos empezaron a mirarse entre sí sin entender lo que sucedía. Mamá me volvió a ver y abrí mi boca queriendo decir algo, pero no me salieron las palabras- les pido por favor, que juntos encontremos la forma de regresar a Eron, ahora estoy seguro de que es posible -nos miró todos-

Sentí un gran dejavú, fue bastante real y me ocasionó un sentimiento vacío.

Su ataúd permanecerá aquí hasta que encontremos la forma de regresarlo. Nadie entra a esta habitación después de esto... esta... ceremonia o lo que sea... -se aseguró de mostrarle su rostro de pocos amigos s todos- ahora pueden pasar a verlo -se tomó lo que quedaba de bourbon y salió de la habitación-

-XXXX-

Tras haber recuperado el cristal y el control sobre mi poder, volví a tomar la apariencia de Zoey y entré a casa. Parecía estar todo bien y en calma, no había señales de mis padres hasta el momento.

Le di un vistazo a la sala y cocina, no estaban allí, al creer que sólo no se encontraban en casa, fui a la habitación, saqué un vestido color negro y lo lancé a la cama. Procedí a ducharme, y al terminar, me rodeé con una toalla y tomé otra para secar mi cabello, abrí la puerta del baño y me dirigí a la habitación mientras continuaba secándome el cabello.

Oh mierda. Funcionó -me llevé la sorpresa de entrar y encontrar a mi hermana usando el vestido negro que había dejado en la cama. Parecía molesta-

¿Qué mierdas? ¿Esto es alguna broma? Espera... esto es un sueño porque no podría ser más extraño que despertar en un cementerio desnuda y escabullirme hasta acá sin que nadie o al menos pocos notaran mi presencia -lancé la toalla con la que secaba mi cabello a la cama y la miré fijamente-

Supongo que ya no hay razón para ocultarlo o miedo a que te espantes -fue entonces dónde tomé una vez más mi apariencia natural frente a sus ojos y notaba como su gesto cambiaba a miedo-

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora