¿Y si no regresa?

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Como todos los días, llegué al sótano del auditorio a cuidar el cuerpo de Eron, más mis ojos se llevaron una enorme sorpresa tras no encontrar nada, el lugar donde usualmente solía estar el ataúd había desaparecido, pero en el suelo había un papel.

"Siento que no hayan despedidas, pero no puedo estar en Palmer Oaks cuando el caos empeore. Yo cuidaré de él, Paráxenos será un gran hogar. Agradéceme, dejarán de ser simples peones, les queda un par de horas antes de que sus cuerpos de cristal empiecen a resquebrajarse"

¡Mierda! ¡Lo sabía! ¡Es una desgraciada! -arrugué el papel en mi mano y pronto lo encendí en llamas para abrirme en carrera-

Corrí velozmente al pueblo en busca de la rubia, no se me ocurría donde encontrarla hasta que recordé la conexión de los cuerpos de cristal. Tuve que tranquilizarme y concentrarme para poder localizarla.
La podía sentir, estaba cerca, así que me dispuse a buscarla, caminaba muy rápido con el único enfoque de encontrar sus mechones rubios en alguna parte. Cada vez la sentía más cerca, empezaba a estresarme, pero vaya golpe sorpresa me llevaría, literal.

Perdón, perdón, no vi por donde iba... ¿Naminé...? Naminé, escúchame por favor. No hay mucho tiempo -al mirarla noté su rostro de disgusto por verme-

Ahora no Eriol, tengo cosas que hacer y no estoy exactamente feliz contigo -intentó irse pero tomé su brazo a lo que ella me miró molesta-

¡Basta! ¡Suéltame! -sus ojos cambiaron seguido de su ceño fruncido-

Naminé, por favor... -se soltó de mi mano- por favor, escúchame, de verdad no tenemos mucho tiempo

¿Tenemos? ¿Ahora qué? ¿Decidiste confiar en mi a último momento? -sabía que su disposición a escuchar no era exactamente la mejor-

Naminé, ya basta. Esto es en serio ¿podemos hablar en otro lugar? -miré a los lados-

Ella seguía inconforme pero aún así accedió. Fuimos a la fuente y nos sentamos en una de las bancas.

Escucha, sé que he estado actuando raro, sé que mi comportamiento ha sido pésimo, y no es solo por mi madre... Naminé, es Decoria, ella hizo algo, no te lo puedo decir, pero es que... -claramente se molestó nuevamente-

¿No me lo puedes decir? Eriol, dime ¿Qué sentido tiene esta conversación? -de verdad quería decirlo, pero simplemente mi lengua no me lo permitía-

No... escúchame... Decoria manipuló mi mente, me prohibió mencionar su nombre. Ella borró todo recuerdo en la memoria de todos en Palmer Oaks -la miré directo a los ojos con la esperanza de que notara que hablaba en serio- estuve cuidándolo durante una semana, fui el único al que le permitió recordar con la consecuencia de no poder decir su nombre

¿De qué se trata Eriol? ¿Esto es en serio o es alguna de tus formas de disculparte? Y de ser así es la peor de todas -dijo-

No, esto es en serio... sé que me he equivocado muchas veces y que mis conclusiones no suelen ser las más acertadas, quizá soy muy obstinado y tengo mal genio, perdón por todo eso, y es por eso que ahora te pido que confíes en mi ahora -tomé su mano y de inmediato su expresión cambió- por favor te pido que hagas memoria, sé que en lo más profundo de tus recuerdos está, recuerda al chico que llevamos frente al árbol, el chico por el cual vinimos a este pueblo, el elegido por el cristal de hielo

-ella me miró extrañada- Si creo tener una imagen... pero su rostro es muy borroso, no recuerdo su nombre ¿Por qué?

Es Decoria, ya te lo dije, ella causó todo esto. Pero te pido que hagas un esfuerzo muy grande, aunque no lo tengas en este momento posees el cristal del Viento, eres la primera en la línea de la Luz, remueve toda esa oscuridad que plantó Decoria en tus recuerdos -la chica cerró sus ojos y frunció su ceño haciéndome pensar que se esforzaba por ver- esa niebla de oscuridad que te impide ver su rostro... la puedes quitar soplando tu viento bendecido por la luz -en ese momento la chica quedó inmóvil y el silencio- ¿Naminé?

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora