Intra Lapis.

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Recién amanecía. Desperté a mi hermana, nos alistamos y fuimos a Reymont Clow. Necesitaba respuestas y creía saber quien me las podía dar.

Explícame esto. -toqué la puerta y en cuanto se abrió nos recibió Alexis-

¡Mierda! Te todas las personas en Palmer Oaks, debía ser ella. -me miró con fastidio y no mucho agrado-

¡Deja eso de lado! ¿Quién le pudo entregar esto? -me crucé de brazos-

No lo sé. Es ella quien lo tiene, no yo estúpido. -no estaba de tan buen humor como para soportar la palabrería de Alexis-

Alina simplemente estaba allí de pie encogida de hombros sosteniendo aquella hermosa piedra de un color que ya había visto antes.

Ese rosa opaco es igual al de los ojos de Zoey. -pensé-

¿Qué quiere que te diga? ¿Que los cristales fueron creados 461 años antes de la I Guerra Mundial...? -la detuve-

¡¡No!! -alcé mi voz- Quiero saber ¿Por qué ella? -la miré-

Bueno. Ya sabes que el cristal no es compatible con cualquier persona. -miró a mi hermana-

Ayudarás ¿Si o No? -con el "si" moví mi cabeza a la derecha, y con el "no" la moví a la izquierda-

Creo que no soy a quien buscas Dreymont... -nos dio la espalda- ¡Y no! No son ellos dos... A quiénes necesitas. La persona que buscas nos dobla la edad. -cerró la puerta en nuestras narices-

¿Averiguamos que poder tienes? -liberé un suspiró y miré a mi hermana-

Eres un idiota. -me miró de forma amedrentadora cruzada de brazos y se fue con un paso constante y rápido-

¿¡Alina!? -el eco se escuchó por todo el pasillo-

Sin poder acudir a Alexis, Eriol o Naminé para recibir una explicación, tendría que buscar respuestas por mi propia cuenta, pero no sin antes dejarle a Alexis un recordatorio mío.

Tomé el llavín de la puerta y este empezó a congelarse, pero me detuve. Miré de izquierda a derecha y en las esquinas del pasillo, parecía que no habían cámaras. Continué con mi pequeña broma, el hielo empezó a expandirse por toda la puerta y parte de la pared.

Creo que empiezo a entender esto del hielo. -sonreí de forma maliciosa- Espero que no necesites salir muy pronto. -dije al mismo tiempo que sacudía mis manos mirando la puerta-

Salí del edificio B pensando en respuestas o al menos en donde podía encontrarlas. El internet definitivamente estaba descartado en la lista. Mi última opción estaba a unos cuantos metros de mí, leí el enorme rótulo y me acerqué.

Creo que será a la antigua. -me desvíe a la izquierda-

Era un edificio bastante grande, el segundo más grande después del auditorio, tenía una infraestructura majestuosa, cada detalle parecía estar esculpido por Ictino o Calícrates. En los 5 años que llevaba en Reymont Clow, no pensé ni en mis más locos sueños tener que entrar a la biblioteca, solo una vez en tercer año entré para esconderme, pero en ese entonces solía ser tan solo 4 paredes algo estrechas y grises.

Little Big Secrets © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora