Capítulo 30 ♠️

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Dariel

Los guardias me dan acceso a la casa de Rowen y abro la gran puerta de madera, lo primero que veo es una casa enorme con decoraciones lujosas y eso que está no es su casa oficial, está es solo una de tantas para el negocio.

A este hombre le gusta mostrar que tiene dinero.

Rowen aparece por la casa hablando por el teléfono, me saluda con su cabeza y habla de algo de un pequeño fallo que tuvieron, me mira por unos segundos y él sabe lo que tiene que hacer, dar una solución, al final cuelga.

He puesto a Rowen como mi empleado de máxima confianza, los hombres que manejo lo tienen que ver como su jefe, como la persona que tiene el control aunque no sea así. No me gusta asistir mucho en la fábrica, es mucho estrés y por eso he puesto a Rowen.

Él hace el trabajo que se supone que debo hacer yo, el trabajo que hago ahora es que nunca falte nada, asegurarme que no hay problemas con otros bandos y visitar de vez en cuando la fábrica para dar nuevas órdenes y ver que todo esté en orden, cuando lo hago todos me ven como si vieran a un poderoso, actúan rectos, eficaces, como si no supieran que soy igual a ellos, algunas ocasiones Rowen no sabe que hacer y me tiene que llamar pero la mayoría de las veces el sabe lo quiero y como quiero que se haga, eso me gusta de él. Además de ser mi empleado es mi socio, el tiene otro tipo de negocio que ha unido un aparte con el mío, eso nos beneficia a ambos.

—Te has puesto nervioso ¿que han dicho?—pregunto sin más.

—¿Yo? Para nada, siéntate en mi nuevo sofá, es muy cómodo por cierto—ofrece.

—No le des vuelta a las cosas y contéstame—ordeno.

Se rasca su cabeza estresado.

—Bien, por accidente han tomado a una persona equivocada—responde.

—¿Que persona?

—Un joven de secundaria, estaban en el mismo lugar, no se dieron cuent—lo interrumpo.

—Escúchame bien Rowen, conmigo no se cometen equivocaciones y tú debes de saberlo y aplicarlo—lo señalo—Quiero que lo manden a dormir a ese idiota y al joven lo quiero sano y salvo en su hogar, profesionalismo—recalcó lo ultimo.

—Es uno de tus trabajadores, no puedes hacerle eso así sin más.

Ruedo los ojos ya molesto de la situación.

—Que me vale mierda, lo dije desde el inicio, nadie hace nada incorrecto y todo estará bien, no desaparecemos ese tipo personas, no cargan con culpa.

—Ok, hoy mismo será—pronuncia.

Llama a uno de sus hombres para que lleve lo que he dicho hace unos segundos, da órdenes exactas, el hombre acata y se va.

—Quita esa cara ya y siéntate que tenemos que hablar—dice Rowen.

Nos dirigimos a la sala y le pide a los guardias que tiene por alrededor de nosotros que salgan de la casa porque es una conversión privada.

—¿Donde está Rubén?—pregunto.

—Llevemos las cosas con calma Dariel, primero hay algo que debes saber.

—Dime entonces.

—Por otras personas supe que Rubén ha intentado encontrarte para tomarte desprevenido y joder, no tiene ninguna orden solo quiere molestar por la espalda y se de algunas conferencias que tiene, hora y lugar—informa.

Ese maldito quiere buscarme, no le basto con lo que me hizo, no tuvo suficiente con quitarme a mi niña, quiere volverme a herirme y dejarme derrotado, pero no lo volverá a hacer. Es difícil contenerme cuando me hablan de ellos, algo en mi cuerpo se enciende y me inquieta, es una furia gigante que no se cuanto más la pueda contener.

Fría inmortalidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora