Adelanto

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Emm hola

Pues esto no es un capítulo, pero pues empecé a escribir un nuevo fic con matchablossom como el ship principal  y quería dar un adelanto para ver que opinaban 🥺👉👈

So... Aquí ta


Los humanos son egoístas por naturaleza.

Eso era algo en lo que todos los seres estaban de acuerdo. Sin embargo, la mayoría había aprendido a vivir a su alrededor. Siendo los marinos los únicos que nunca se animaron en convivir con ellos. Y así ganándose una eterna rivalidad entre mar y tierra. Donde los humanos juraron acabar con ellos, cueste lo que cueste.

Gracias a esta amenaza, los seres marinos decidieron dividirse en siete reinos. Así podrían proteger todo de manera más organizada.

Las familias más poderosas fueron las encargadas de tomar la corona y velar por el bien de los suyos.

Entre ellos estaban los Sakurayashikis, del clan de los tritones y sirenas. Su reino estaba de luto, pues sus reyes habían fallecido. Y era el turno del heredero más viejo de tomar la corona. Siendo este el príncipe Kaoru.

Su coronación fue un evento pequeño. Ya que su nuevo puesto solo sería tomado en cuenta cuando contrajera matrimonio con Ainosuke Shindo, príncipe menor de los tiburones.

Y el día al fin había llegado.

Sus criadas decoraban su rosado cabello con las perlas más brillantes. Resaltaron sus ojos dorados con delineador verde. Sacando así a relucir su mirada triste.

–Ya es suficiente– murmuró –Gracias por todo, chicas– forzó una sonrisa.

Las sirvientas hicieron una reverencia como despedida.

El tritón paseó su mirada por la habitación de sus padres. Su nueva habitación.

Acarició la cama con las yemas de los dedos. Podía recordar las noches en las que nadaba desde su cuarto para refugiarse en ella en los brazos de su madre. Una lágrima resbaló por su mejilla.

–Oh vamos, ¿Aún no te casas y ya estás sufriendo?– se burló una voz a sus espaldas.

–Para ti es fácil decirlo, Hiromi– miró a su guardaespaldas –Mi madre siempre me dijo que aprendería a amar a Ainosuke, pero aún no logro hacerlo. O eso creo–.

–¿Eso crees?– arqueó una ceja.

–¿Qué es el amor a fin de cuentas?– miró por la ventana –Nunca lo he sentido ¿Cómo podría saber si lo amo o no? Es ridículo de todas maneras– rio –Tampoco es como que tenga opción. No sería digno de nuestra especie– arrancó una flor de su ramo –¿Cierto?– la acarició.

–Te estarías rebajando al nivel de los humanos– se encogió de hombros –Pero supongo que te comprendo. La muerte de sus majestades fue algo muy repentino. Entiendo que esperara pasar más tiempo para conocerse a usted mismo–.

–¡Y ahora debo guiar a todo un reino!– se dejó caer sobre su almeja.

–Pero no estará solo– posó una mano sobre su hombro. El príncipe no respondió –De acuerdo– suspiró y se acercó a una pared.

–¿Qué haces?– lo miró Kaoru.

–Debe de estar por aquí– gruñó como respuesta. Presionó un ladrillo y la pared se abrió -¡Aún no pierdo el toque!– fanfarroneó –¿Qué espera, majestad?–.

–¿De qué hablas?– frunció el ceño.

–Dese una vuelta antes de perder su libertad para siempre– respondió –¿No le agradaría? Para que no tenga su cara de estreñimiento durante la ceremonia– rio.

El pelirrosa se sonrojó –¿Tan mal me veo?–.

–Ni se imagina– lo abrazó por los hombros –¡Vamos! Entre más se lo piense, menos tiempo tendrá de disfrutar– lo alentó.

Kaoru sonrió y asintió con rapidez –Si llego a tardarme, tú distraelos ¿De acuerdo?– nadó hacia el pasadizo –Enserio gracias, Hiromi– lo abrazó.

–¿Qué te he dicho sobre llamarme así?– hizo un puchero.

–Perdón, Shadow– besó su mejilla –Volveré pronto– salió.

No era la primera vez que se paseaba por los pasillos secretos. Sin embargo, había pasado un largo rato que ya no lo hacía. Y a pesar de que se había perdido un poco, logró salir con éxito.

La mayor parte de los tritones y sirenas ya se encontraban en el castillo, por lo que no se le dificulto no ser visto por alguno de sus súbditos.

Subió a la superficie y respiró un poco de aire fresco. El sol ya se estaba ocultando. Kaoru siempre había adorado el atardecer y ver como este se reflejaba sobre el agua.

Entonces sucedió. Escuchó una campana sonar a sus espaldas.

Piratas.

No cabía duda. Como un reflejo, volvió bajo el agua y nadó tan rápido como su cola lo permitía. Pero las perlas sobre él lo hacían más lento.

Una red pesquera lo atrapó. Intentó liberarse con sus uñas, pero se las habían limado por la boda.

Maldijo para sus adentros.

Nadó en dirección contraria para intentar escapar, pero todos sus intentos fueron en vano.

Los marineros quedaron asombrados en cuanto vieron al tritón.

A pesar de saber sobre lo peligrosas que esas criaturas podían ser, no pudieron hacer más que admirar la belleza del pelirrosado. Aun con su cabello húmedo, se veía cuidado y sedoso. Un caso similar a su piel suave y fría cuál porcelana.

Kaoru soltó un gruñido y saltó a atacar al primero que vio. Clavó sus uñas en su pecho y empezó a bajarlas hasta su abdomen. No le importó el hecho de ver sangre.

Los demás tripulantes intentaron ayudar a su compañero, pero, para sorpresa de todos, el tritón era mucho más fuerte.

No fue hasta que un peliverde disparó a su hombro que el atacante cayó.

–¿Pero qué tenemos aquí?– se acercó con una sonrisa burlona –Hace años no veía a uno de tu raza– alzó la barbilla de Kaoru con su pistola –Eres enserio bello. Pagarán bien por ti–.


Entonces sí

Espero les haya gustado

Los loveo <3

Nos leemos pronto ;3

Más allá del infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora