Más Allá Del Infinito

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Kaoru intentaba arreglar la corbata de Reki de manera torpe y ansiosa. Ya estaba listo luciendo una bella yukata blanca con decorados rojos. Su cabello estaba recogido en un medio chongo y adornado con broches dorados. Se veía bellísimo a ojos de cualquiera que lo viera; incluso su padre lo había aprobado. Sin embargo ¿Quién no estaría nervioso el día de su boda?

Kojiro no se encontraba en una mejor posición; a pesar que desde que comenzó a salir con Kaoru había dejado sus aventuras de una noche, era ahora cuando realmente procesaba todo el cambio que involucraba estar comprometido. No era como si se arrepintiera o algo parecido, solo era extraño.

Usualmente los novios tienen bastante tiempo para pensar con claridad las cosas mientras se planea la boda. Un proceso que suele llevar meses y en ocasiones hasta años... Quedaba claro que esas parejas no tuvieron a Tadashi Kikuchi como organizador. Tal y como prometió en principio, el ex mayordomo logró tener todo listo en menos de dos semanas; y el evento no se veía ni un poco apresurado.

–Necesito un cigarro– soltó Cherry de repente.

–Nada de eso– lo regañó el pelirrojo –No querrás que a la hora del beso Joe te rechace por el olor a tabaco.

–¿¡Crees que Kojiro me rechace!?– chilló.

–¡Claro que no!

–¿Entonces por qué lo dijiste?– empezó a hiperventilarse.

–Cherry era una broma– buscó calmarlo –¿Te sientes bien? Nunca te había visto así.

–No puedo casarme– susurró –Es demasiada presión y no creo ser un buen esposo– empezó a decir –No puedo hacerle daño a Kojiro ¡No quiero Reki!– sostuvo al más joven por los hombros –¿Sabes que involucra el matrimonio? Unir tu vida a alguien, darle toda tu confianza sin importar que ¿Qué tal si se da cuenta que no soy para nada lo que él pensaba– empezó a dar vueltas por la habitación ¿Y sabes que viene después del matrimonio?

–¿Luna de miel?– arqueó una ceja.

–Hijos, Reki– gruñó –Yo no puedo darle eso a Koji.

–Oh vamos, Cherry, no creo que Joe sea tan tonto como para no saber que dos hombres no pueden tener hijos biológicamente.

–No seas idiota– le dio un pequeño golpe en la cabeza.

–Yo no puedo ser un buen padre– se sentó de repente.

–¿Uh? Pero ¿Por qué dices eso?– se puso a su lado.

–Soy temperamental, poco paciente, confío tan poco en la gente que mi asistente es una inteligencia artificial ¿Debo continuar acaso?– apoyó sus codos sobre sus piernas –La verdad es que tengo mucho miedo– confesó.

–¿¡Miedo!? ¿Tú?– soltó el adolescente.

–¿Por qué estás tan sorprendido?– rio.

–Es que... Eres la persona más valiente que conozco– dijo.

–¿Uh? Vamos estás bromeando– se sonrojó.

–¡Claro que no!– se acercó más a él –Quiero decir, de lo que he llegado a hablar con Joe, a pesar de quedarse sólo en tu adolescencia, lograste salir adelante, te atreviste a estar fuera del closet en un tiempo en el que ser gay era aún algo malo, pudiste sacar un negocio exitoso a pesar de que nadie confiaba realmente en ti ¿Eso no fue valiente?

–Reki, yo...

–Aún no termino– lo interrumpió –Corriste contra tu ex novio loco a pesar de que sabías que podía hacerte daño.

–Sinceramente no esperaba que fuera a hacerme algo– susurró.

–Como sea, aún lastimado no dejaste de lado el querer patinar y yendo a S a pesar de que sabías que tendrías que afrontarlo. Fuiste valiente y te animaste a hacer nuevas amistades y por eso todos estamos aquí el día de tu boda. Por dios, Cherry ¡Tu ex novio y su ahora nueva pareja viven en tu casa bajo tus reglas! Incluso Tadashi trabajó para ti tres semanas completas. Ser valiente no es no tener miedo, es saber afrontarlo y es lo que has estado haciendo toda tu vida– lo encaró.

Más allá del infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora