Capítulo 10. Apartarla de él

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Alexander

Saque mi mano de su pantalón y me lamí los dedos sin apartar mis ojos de ella. Allison despertaba mi lado más sádico y se empeñaba en llevarme la contraria, cuando al final ella sabía mejor que nadie que la haría rendirse ante mí. Pose mi boca sobre la suya haciéndola probar su sabor y pude ver como contuvo el aliento. Me enloquecía su inocencia y que, al mismo tiempo fuera una maldita fiera a la hora de enfrentarme. Allison Dollister era mi maldita locura.

Quería arrancarle aquellos malditos pantalones, ponerla de espaldas y perderme dentro de ella, sin embargo aquella maldita voz en mi cabeza me frenaba y eso me tenía confundido. Siempre tomaba lo que quería, fuera de una forma u de otra, al final terminaba adueñándome de ello, pero con Allison siempre ponía aquel maldito freno.

—Dime—dije sobre sus labios tratando de jugar con su mente para hacerla ceder—Di que me quieres dentro de ti y prometo enloquecerte pequeña —la bese de nuevo con urgencia y sus puños se apretaron sobre mi camisa.

—Para—dijo con tono brusco—quiero que te alejes de mi ahora—sentí una llama encenderse dentro de mí y sabía que ella lo había percibido en mi mirada, pero accedí a su petición, solo por aquella maldita voz que me hacía poner freno.

Di un paso atrás, mientras ella se apresuró hacia la puerta y la abrió volviendo a posar su dura mirada sobre mí.

—Quiero que te vayas—demando y no pude evitar sonreír sin nada de gracia—Y quiero que me des el juego de llaves que tienes—me miro de manera intensa—no te atrevas a volver a entrar a mi casa sin mi permiso o te juro que te vas arrepentir—no pude evitar reírme de su amenaza, pero ella ni siquiera se inmuto. Su rostro estaba endurecido y su mirada fría.

Extendió la mano hacia mí y me acerque a ella sigiloso, pero aparto rápidamente la mirada, mientras se agarraba con firmeza de la puerta.

Deje las llave sobre su palma y salí de allí sintiéndome como un idiota. Allison cerró la puerta con estruendo en cuanto estuve en el pasillo y me apresure a salir de allí enojado. Tenía que terminar con esta locura, debía dejarla en paz y seguir con mi vida como hasta ahora, pero algo pasaba cada vez que la miraba. Era una sensación tan fuerte que no podía explicarse con palabras, tampoco era como que quisiera etiquetar esto que sentía por ella.

Salí de allí con destino al club «l'esotico» necesitaba descarga esta ira que comenzaba a consumirme por dentro y sabía que una buena sesión completa me haría despejar la mente y pensar con claridad.

***

Me estacione frente al establecimiento y salude al guardia de seguridad con un gesto de cabeza. Me quite el primer botón de la camisa y el retumbar de la música me recibió en cuanto estuve en el área principal.

Cuerpos expuestos bailaban al ritmo de la música electrizante y me deje embriagar por el olor a sexo y sudor que llenaba el ambiente. Mire la hora en el reloj en mi muñeca y tenía justo una hora para deshacerme de aquel malestar que me quemaba por dentro. Lleve mis pasos al pasillo rojo sin dilatarlo mucho más y me encontré de frente con una de las tantas mujeres que trabajan allí, pero yo buscaba una en específico y fui directo a donde se encontraba.

Farfalla scura (Mariposa oscura) —dije y la mujer se apartó de mi camino; lleve mis pasos aquella habitación.

Ella se encontraba encorvada sobre el piso, mientras se encontraban expuestos todos los tatuajes de su espalda. Me deshice de la ropa que tenía puesta y camine hacia mi rincón favorito de aquella habitación. Pase mis dedos por encima de los látigos y sentí mis dedos picar ante la anticipación de lo que iba ocurrir. Tome una de las fusta con mango de metal y la sensación del calor de mi piel con el frio del metal fue electrizante.

El oscuro deseo de Alexander (Libro #4 serie Oscura +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora