Alexander
Le di el primer azote, ella tembló y la premie acariciando su parte dolorida y pase mi lengua sobre esta. Volví a meter mi pene en su boca y Allison lo chupo como una maldita experta, provocando que el infierno dentro de mí ardiera con más intensidad. Ella ni siquiera se daba cuenta de que me tenía a sus pies, aunque la posición en la que se encontraba ahora dijera todo lo contrario. Deje caer de nuevo el látigo de tiras sobre su piel desnuda y luego apreté suavemente sus pezones. Con su mirada me estaba haciendo una petición a gritos y yo estaba demasiado excitado como para ignorarla, aparte de que no soportaba más la maldita tentación de esta dentro de ella.
— ¿Quieres a este demonio dentro de ti mi ángel? —le dije en un susurro, luego pase mi lengua por su raja y su cuerpo se estremeció.
No pude resistirme a pasar mis dedos por su sexo húmedo y ardiente, mientras un ronroneo escapaba de su garganta, entonces no pude soportar más aquella tortura. La hice inclinarse sobre aquel suelo alfombrado, tome el paquete metálico de encima de aquella mesa y deslice el condón sobre mi grosor. Le di una fuerte nalgada y su grito hizo vibrar aquella habitación, mientras me abría paso en su interior.
—Oh, mierda —soltó y era la primera vez que la escuchaba decir algo como eso, algo tan fuera de lugar para la pequeña y no tan inocente Allison. Me sentí demasiado excitado, volví a empujar dentro de ella clavando mis dedos en sus caderas y me perdí mucho más en aquel oscuro deseo que sentía por Allison Dollister.
***
Me mire al espejo, me arregle el corbatín y no podía creer que tan solo en unos minutos entraría a la iglesia con mi ángel del brazo. No era que nunca antes había pisado una iglesia, pero para un hombre como yo aquello no era normal, aquello nunca fue importante para mi familia. Hacía mucho tiempo que me había alejado del camino, la verdad era que nunca había estado en este, pero por Allison estaba dispuesto a todo, incluso a tener aquella conversación con Alessio sobre Catalina, porque estaba decidido debía sincerarme con él. Sabía que muchas cosas eran y seguían siendo confusas, aunque conociendo al señor Lombardi era probable que me estuviera preocupado por nada.
— ¿Listo? —pregunto sacándome de mis pensamientos. Le regale una mirada a través del espejo y un poco más allá pude ver a un Leonardo que se comía las uñas.
— ¿Nervioso? —le pregunte al susodicho y cuando me miro pude notar una mezcla de todo en aquella mirada. Estaba aterrado, pero a la vez emocionado y eso quería decir que estaba más que listo para dar aquel paso.
—Nunca pensé que llegaría este día, bueno lo sabía, sin embargo no puedo evitar sentir que en cualquier momento me cagare en los pantalones —Alessio y yo estallamos en una sonora carcajada. Leonardo nos miró de mala forma y volvió a comerse las uñas.
Lo levantamos de aquel sofá y lo sacamos de la casa para que se despejara antes de irnos. Hoy era ese día. El día en que al fin Leonardo iba a casarse con Genave y su primo y yo éramos los padrinos, cosa que nunca imaginé, pero era de esperarse, ya que el tipo no tenía muchos amigos y nosotros fuimos su única opción.
—Oye, todo estará bien. Tú y Genave se aman es lo que importa hombre, solo van a sellar el pacto —mire Alessio aunque ya sus palabras no me sorprendían. Conocer a Gina fue lo mejor que pudo pasarle en la vida. Esa mujer había sido un milagro para él.
—Alessio —le llame mientras miraba mi reloj. Todavía nos quedaba algo tiempo — ¿Podemos hablar unos minutos? — le pregunté, este miro a su primo quien le hizo un gesto con la mano para que se fuera y sabía que necesitaba unos minutos a solas.
Nos encamine hacia la otra habitación y cerré la puerta detrás de mí. Alessio me miró fijamente y no sé porque presentí que ya él sabía de antemano todo lo que iba a decirle, pero aun así tenía que sacarme está espina. Lo de Catalina me había molestado demasiado tiempo, no poder decirle en ese entonces la clase de mujer que era me hizo sentir como la mierda, sin embargo en ese momento decidí guardar aquel secreto solo para no hacer más profunda la herida. Al final descubrir la verdad sobre aquella mujer fue devastador para él.
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El oscuro deseo de Alexander (Libro #4 serie Oscura +21)
RomanceAllison Dollister había crecido en una familia demasiado creyente y conservadora. Sus padres la habían educado para que en el futuro fuese una mujer prudente y juiciosa. Dos cosas que estaba más que dispuesta a cumplir. Sin embargo antes de graduars...