Capítulo 25. Comerme

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Allison 

No entendía porque, cuando sabias que algo iba a destruirte te aferrabas a ello con todas tus fuerzas y eso era precisamente lo que estaba haciendo con Alexander. Me dejaba arrastrar por él ha aquella locura sin medir las consecuencias y no era que no tenía conciencia de esto, simplemente me encontraba tan perdida por él hombre debajo de mí que prefería ignorarlo.

Coloqué mis manos alrededor de su cuello y sus labios se curvaron en una maliciosa sonrisa. Moví mis caderas de manera sensual y sus manos se apretaron fuertes y firmes sobre mis caderas, mientras yo sentí como todo colapsaba dentro de mí. Escondí mi rostro en su cuello y gemí sobre su oído, acariciando su oreja con mi aliento, me tomo por el cabello, lo halo con fuerza y me obligó a mirarlo a los ojos.

—Estoy loca por ti mi demonio—admití y él unió sus labios con los míos, besándome con pasión, provocando que todo mi cuerpo temblará.

—Quiero que lo hagamos juntos mi ángel, quiero que explotemos juntos «mía principessa» —escucharlo llamarme de aquella manera hizo que todo se removiera dentro de mí y los dos, al mismo tiempo nos dejamos envolver por aquella intensa sensación que nos hizo llegar al orgasmo.

Intenté apartarme de él, sin embargo me sujeto con más fuerza impidiendo que lo hiciera. Escondió su rostro en mi cuello y lo beso suavemente provocando que mi piel se erice.

—No olvides que me perteneces Allison Dollister —me susurro al oído—, nunca olvides que yo soy tu único dueño—volvió a besarme y nos perdimos nuevamente el uno en el otro olvidándonos por completo de todo a nuestro alrededor.

***

Aquel lunes por la mañana me reuní con Genave, porque había llegado el momento de regresar a la realidad y debíamos poner en orden algunas cosas de la firma. Sol Marchena había resultado ser una marioneta de la mafia, una escoria y ahora volvía al principio, estaba sola de nuevo y tenía la certeza de que Genave todavía debía poner algunas cosas en orden en su vida y mi situación actual no le ayudaba en ese objetivo para nada.

—Lamento tanto lo de tu padre—. Dijo colocando su mano sobre la mía y me sentí reconfortada—. Pero lamento mucho más no haber podido acompañarte, estoy hecha un lio con los niños y todo lo demás —me miro con tristeza y yo le mire con pena. No quería que se preocupara por mí.

—Tienes demasiadas cosas en tu vida Gena y lo entiendo, no puedo pretender que también cargues con las mías—pude percibir la preocupación en su mirada y entendí que ella estaba al tanto de todo lo que estaba sucediendo.

—Rubén está dispuesto a enfrentarlo, no le teme y lo sabes. No tienes porqué enfrentarlo tu sola —sabía que esto era tan difícil para ella como para mí, que revivir aquel pasado oscuro le lastimaba demasiado y no podía permitirlo. Además Marco no la quería ella, por alguna enferma y retorcida razón estaba detrás de mí.

—Volveré al trabajo y me centrará en ello, me ayudara a mantenerme distraída—dije cambiando el tema de manera radical.

—Debes tomarte unos días Allison, por lo de tu padre y toda esta situación, creo que por ahora es mejor mantener un perfil bajo —Genave podía tener razón, sin embargo necesitaba distraerme y el trabajo era algo que me ayudaba.

—Tenemos clientes que atender y estaré bien, le pediré a Alexander que me ayude—me miro confundida—conoce como trabajamos —. Dije tratando de ocultar la forma en que había pronunciado el nombre de Alexander, aunque era probable que ella se hubiera dado cuenta.

—Sé que no te podré convencer de lo contrario, aunque lo intente—. Dijo derrotada y yo me puse de pie en aquel momento para marcharme. Nos estrechamos en un abrazo y con aquel gesto comprendí que sin importar cuál fuera la situación podría contar con ella.

El oscuro deseo de Alexander (Libro #4 serie Oscura +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora